Aunque ya comenzó el pasado año, el movimiento en los diferenciales de las hipotecas a tipo variable nos ha colocado en una situación difícil imaginar hace dos años, en la que vemos los diferenciales de estas hipotecas ya peleando por debajo del 1% con mucha frecuencia. Esto hace indudablemente que en primera instancia, si tenemos que elegir una hipoteca, nos fijemos más en la de tipo variable, sin embargo, debemos tener en cuenta que también las hipotecas a tipo fijo al reducido, y mucho, sus costes.
En esta tesitura el usuario se ve envuelto en uno de los dilemas habituales cuando nos vamos a enfrentar a un préstamo hipotecario, el de elegir un modelo u otro de hipoteca.
La situación de las hipotecas
Seguimos confiando más en las hipotecas a tipo variable, con mucha diferencia. Esto se traduce en una barrera no superada hace años, en la que las hipotecas a tipo fijo difícilmente superan el 8% del total de las hipotecas que se firman, cabe recordar que en determinados momentos históricos no tan lejanos este porcentaje se superaba ampliamente.
La crisis económica e inmobiliaria, que redefinió nos guste más o menos, una manera de entender el acceso a la vivienda a través de hipotecas imposibles (pero que se concedían), ha modificado también nuestra manera de ver el asunto, es decir, desconfiamos más de las hipotecas y nos planteamos más opciones cerradas, como pueden ser los tipos fijos en estos productos.
Puedes en este post echar un vistazo a las mejores hipotecas a tipo variable.
¿Qué es más caro?
Hacer una definición exacta de qué tipo de hipotecas más cara va a resultar un poco atrevido, técnicamente a día de hoy lógicamente las hipotecas a diferencial más interés variable resultan más baratas, pero el periodo de vida de una hipoteca y los movimientos que los tipos variables pueden tener no garantizan que esto vaya a ser así siempre.
Y es que, si efectivamente las hipotecas a tipo variable pelean por diferenciales entorno al 1% en el marco de un Euríbor en mínimos históricos, las de tipo fijo también han reajustado mucho sus ofertas, y, no es tan complejo encontrar propuestas que se acercan más al 3% que al 5%. Obviamente la letra de una hipoteca a tipo fijo hoy por hoy, en las mismas condiciones de plazo de amortización, es más cara.
Otras consideraciones
Pero, como indicábamos, no podemos fijarnos exclusivamente en el presente para valorar la decisión entre un modelo u otro de hipoteca. Debemos también tener claro que generalmente los plazos amortización de las hipotecas a tipo fijo son menores, si las de tipo variable ya han visto reducido mucho este plazo de amortización, siendo 30 años generalmente el plazo máximo, las de tipo fijo/rondar los 20 años. Es posible en ambos casos encontrar puntos de negociación, es decir hay posibilidades de aumentar estos plazos pero, siempre o casi siempre, en negociaciones particulares dentro de los márgenes de gestión de las entidades.
Repasa en este post consejos expertos en hipotecas
Otro elemento a tener en cuenta es que las hipotecas a tipo fijo van casi siempre a proponer una financiación por debajo de la que puede proponer la de tipo variable, es decir, si los montos a financiar en las hipotecas a tipo variable más habituales suponen el 70% u 80% como máximo del valor de tasación de la vivienda las de tipo fijo van a rondar como máximo el 60%, aunque existen algunas excepciones que pueden alcanzar hasta el 65%.
Curiosamente, a la hipoteca tipo fijo siempre se le ha achacado una obligatoriedad en la vinculación que, no hace tanto, parecía superior a las de tipo variable, sin embargo esto se ha igualado ya que estas últimas cada vez exigen mayor nivel de vinculación para alcanzar los diferenciales más bajos ya que, de no darse esta vinculación dejan de ser productos atractivos y se convierten en mediocres, cuando no en caros.
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