Nos acercamos al final de agosto y esto trae irremediablemente la vuelta a la normalidad, es decir, adiós a las vacaciones, y de nuevo al ruedo con la rutina.
La playa, el sol, las largas jornadas sin hacer absolutamente nada, excepto holgazanear, se guardan en las maletas de los recuerdos, y una vez más, nos embarcamos en el mismo camino de siempre: el despertador, el desayuno exprés, el trabajo en la oficina, el colegio de los niños, las deudas y demás dolores de cabeza.
Por eso, esta puede ser una buena oportunidad de comenzar desde cero una nueva etapa que nos permita mirar con otros ojos una dura realidad, agobiados por el paro, la crisis, los impuestos, pagar la tarjeta, etc.
Una de las primeras cosas que debemos hacer al regreso de la vacaciones es no cometer los mismos errores que nos han costado caro, por eso, es importante que no comencemos repitiendo lo malo que hemos hecho en el pasado, endeudándonos en demasía.
Si bien debemos encarar la vuelta al cole de los chicos, antes de gastar podemos reciclar muchos artículos del año lectivo anterior, y aprovechar las promociones para lo que no tenemos en casa. Si bien las entidades financieras nos ofrecerán préstamos para afrontar esta situación, antes de caer en sus garras, busquemos las mejores ofertas para ahorrar dinero.
También estamos a tiempo de empezar a separar algunos euros a partir de nuestro primer salario a posteriori de nuestro regreso a casa. Separar algo de dinero tiene una doble ventaja, en primer lugar concientizarnos de que no todo lo que nos ingresa se debe gastar, sino que el ahorro puede ser una forma de comprar más adelante algo que necesitemos.
En segundo lugar, esto nos permitirá tener un capital para afrontar ciertas situaciones no previstas, o simplemente para destinarlo a cancelar alguna deuda que nos viene aquejando desde hace rato, y que saldarla nos puede quitar un peso de encima.
El regreso de las vacaciones, también puede ser el punto de partida para probar con alguna inversión que nos permita conseguir rentabilizar nuestros ahorros. Las ofertas actuales tienen de todo, para los más conservadores existen las cuentas remuneradas o los depósitos a plazo fijo, ambos productos financieros con atractivos tipos de interés o apostar por la jubilación, con alguna aportación a los planes de pensiones.
Los que gustan de la especulación, pueden probar suerte con los fondos de inversión, o si el vértigo de la bolsa les atrae, probar suerte con los mercados bursátiles.
Sin embargo, siempre recomendamos antes de embarcarnos en alguna nueva aventura, cancelar las deudas contraídas con anterioridad, y cumplir “religiosamente” con las obligaciones contraídas como ser, la hipoteca, y así blindar de cualquier inconveniente, nuestra casa.
Como siempre, lo bueno dura poco, por lo tanto a trabajar, siempre soñando con nuestro próximo descanso…