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Previsión para el eribor

Si algo hemos aprendido de la crisis económica es a ser algo más previsores, no sólo en lo que a ahorros se refiere sino también en el ámbito de los gastos. Además, también hemos aprendido el significado de términos financieros hasta ahora desconocidos para muchos como subrogación, el suelo hipotecario, euribor, CDS o deflación por poner algunos ejemplos. En el caso de los hipotecados, el euribor ha sido sin duda el caballo de batalla durante buena parte de la crisis.

Y es que el euribor es el principal índice de referencia de las hipotecas variables y por lo tanto el que determina si la cuota sube o baja cuando llega el momento de la renovación. En realidad, este índice es el el tipo de interés aplicado a las operaciones entre bancos de Europa; esto significa que es el porcentaje que paga como tasa un banco cuando otro le presta dinero.

Para calcular el euribor hay que tener en cuenta varios factores, aunque quizás el más determinante es la evolución de los tipos de interés. Además, también influyen otros como la previsión de consumo, el en circulación, el precio del petróleo… Al final, lo más importante es controlar la llamada curva de tipos, que es una gráfica con las rentabilidades de distintos activos financieros con diferentes plazos de vencimiento.

Esta curva se utiliza para prever el comportamiento futuro de los tipos de interés, aunque en la situación actual parece bastante claro que los tipos de interés permanecerán invariables durante todo o por lo menos hasta que la recuperación económica sea un hecho. En este sentido, Estados Unidos podría acometer una subida antes que el Europa, donde la mayor diversidad económica hace que el Banco Central Europeo deba ser más prudente.

¿Quiere decir esto que el euribor no se moverá? Nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que no se esperan cambios significativos y bruscos como los de 2008, tampoco está claro que el índice vaya a permanecer impasible. Por el momento, parece haberse instalado en el entorno del 1,2-1,3% un nivel históricamente bajo y que no debería mantenerse en el tiempo. Las previsiones de los expertos apuntan a leves subidas que podrían situar al euribor en entornos de 1,5-1,6% a finales de año.