Ha sido uno de los modelos de seguro con mayor crecimiento durante los últimos años. Los seguros de alquiler han ido creciendo incluso más que lo que crecía el alquiler como modelo de alojamiento, en cierto modo es comprensible ya que se trata de un modelo de cobertura en el que el propietario puede garantizarse cuestiones como la recuperación de los impagos o incluso cuestiones relativas a los posibles deterioros en la vivienda.
Si antaño el método de control para posibles problemas más utilizado era el aval bancario, que sigue por supuesto siendo un elemento muy utilizado por parte del propietario antes del alquiler, los seguros de alquiler se convierten en una alternativa, o complemento, que además contribuye a dinamizar el mercado del alquiler.
En este artículo te mostramos qué ocurre si dejas de pagar un seguro.
Durante los últimos años en el mercado de alquiler ha vivido un impulso interesante en nuestro país. Aunque esto tiene que ver desde luego con una situación del mercado inmobiliario muy concreta, también existen otros elementos que han contribuido a este impulso, entre ellos los seguros de alquiler.
Vamos a dar un repaso a lo que son y lo que significan estos son algunos de alquiler y, como, desde la perspectiva del propietario puede suponer una diferencia sustancial en la confianza de alquilar o no una propiedad.
El punto de partida de los seguros de alquiler
Existen dos grandes miedos por parte de los propietarios a la hora de colocar sus viviendas cerradas en el mercado de alquiler. El primero de ellos es el impago, ante el que aunque la ley ha mejorado los plazos de ejecución para procesos de pago, lo cierto es que aún queda trecho por recorrer en relación a otras legislaciones de países vecinos. El segundo de estos miedos es más relativo y tiene que ver con los posibles desperfectos o problemas que se puedan generar en una vivienda tras un periodo en alquiler.
En el primero de los casos es donde vamos a encontrar mayor incidencia de los seguros de alquiler, tanta que de hecho en buena medida hoy en día ya se asimilan estos seguros directamente relacionados con los impagos mucho más que con otras opciones.
Por tanto, el punto de partida de un seguro de alquiler generalmente va a ser el de proporcionar al propietario una garantía sobre los posibles impagos en unas cantidades (mensualidades) determinadas.
Cómo funcionan los seguros de alquiler
Aunque existen diversos modelos de seguros de alquiler los más extendidos son los de impago. Este seguro, además de lo obvio, resulta ser un buen método de filtrado para los futuros inquilinos ya que la compañía aseguradora (o el intermediario en la operación) realizar un estudio previo a la adjudicación del seguro sobre la solvencia y viabilidad del futuro inquilino, con lo cual se minimizan en parte las dudas sobre la citada solvencia.
A partir de ahí los seguros de alquiler con cobertura de impago viene a proponer generalmente un periodo máximo de cobertura para las mensualidades adeudadas, esto se limita en la gran mayoría de casos a un máximo de hasta 12 meses. Algunas de las ofertas de seguros de alquiler nos proponen la posibilidad de adelantar recibos impagados para evitar el trastorno inmediato de no percibir la renta, aunque no encontraremos esta opción en todas las posibilidades de este tipo de seguros.
Echa un vistazo a este artículo si te interesa saber qué hacer si te suben el precio de tu seguro.
Más coberturas
Además de la cobertura de impagos, que es la más demandada de la más buscada, dentro de los seguros de alquiler podemos encontrar otras opciones como la cobertura sobre posibles deterioros en el mobiliario o la propia vivienda incluyendo la opción de robo, así como (presente en la gran mayoría) la posibilidad de defensa jurídica para los propietarios ante posibles conflictos con el inquilino.
En general no se trata de seguros excesivamente flexibles y dados a las condiciones particulares, aunque en algunas opciones si podemos encontrar la posibilidad de configurar determinados aspectos del producto. Aunque, esta configuración puede acabar repercutiendo en el precio del aseguramiento.
En cuanto al coste del seguro resulta variable tanto en función de la compañía que lo ofrezca como del tipo de vivienda, inquilino, etcétera. No existe un precio unificado aunque podríamos más o menos situar un coste promedio cercano al 5% del costo de la renta anual, ascendiendo en función de incorporar mayores niveles de cobertura y con posibilidades de ajustarse a la baja reduciéndola protección.
Se trata de un seguro que ha crecido de manera notable como indicábamos al comienzo del artículo. Por un lado la opción de convertirse en un buen filtro para inquilinos desde el comienzo de la relación entre propietario y usuario, cediendo además esta responsabilidad a la aseguradora, un trámite generalmente desagradable para el propietario, algo que, uniendo las garantías sobre los dos elementos que más asustan del alquiler como es el hecho del impago y los deterioros, da como resultado sin duda una opción creciente e interesante que, probablemente, contribuyan más aún a aumentar el mercado de alquiler en nuestro país.
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