El proceso de fusiones que han llevado a cabo las cajas de ahorro tiene consecuencias para todos, es decir, clientes, entidades financieras y plantilla pagarán, en diferente medida, las consecuencias de la crisis.
En primer lugar, es evidente que algunas se han posicionado mejor, este es el caso de la Caixa, que tras la absorción de Caixa Girona, se ha consolidado como uno de los gigantes entre bancos y cajas, pero nada es gratis y a partir inicia el cierre de 125 oficinas.
Con la llegada del nuevo año, la Caixa modifica su operativa, en especial para los clientes de la antigua Caixa Girona, ya que tras la integración, a partir de 1 de enero, las cuentas corrientes y las libretas de ahorro de Caixa Girona cambian ahora de numeración.
Sin embargo, esta medida no afectará a los recibos domiciliados ni a las transferencias ni abonos recibidos, con lo que el cliente no deberá realizar ninguna gestión.
A demás, los clientes que tengan contratados créditos e hipotecas, también mantendrán las condiciones contratadas.
Respecto a las tarjetas de Caixa Girona, serán sustituidas por las de la Caixa, y si bien a partir del 1 de enero se establece el inició de las nuevas, las anteriores tendrán validez hasta el 31 de marzo.
Los clientes de la Caixa ya han recibido en diciembre las nuevas tarjetas con las correspondientes instrucciones de activación, conservan las ventajas actuales y suman el servicio gratuito CaixaProtect, que protege contra el fraude y el robo.
Después de la absorción de Caixa Girona han desaparecido las imagenes en todas sus oficinas, y han sido sustituidas por la de la Caixa (228 oficinas y la sede central de Caixa Girona), lo que además, traerá aparejado una reducción de sucursales.
En el primer trimestre del año, desaparecerán unas 125 oficinas, la mayoría en las comarcas de Girona por duplicidades entre los locales de las dos cajas, aunque se mantendrá el número de empleados, aunque algunos deberán trasladar su puesto de trabajo de Girona a oficinas de la provincia de Barcelona.
Esta es la segunda etapa de reestructuración tras el acuerdo por el cual, finalmente 930 empleados de Caixa Girona antes de la fusión ya se prejubilaron y 150 pasan a formar parte de La Caixa en un proceso de equiparación salarial y de condiciones que durará dos años.