En el artículo de hoy en Opcionis, veremos qué es el benchmarking y qué tipos nos podemos encontrar.
¿Qué es el bechmarking?
Es un término de corte anglosajón, el cual está basado en tomar una referencia y establecerla como modelo u objetivo para definir productos, algún aspecto operativo de la empresa, algún tipo de servicio e incluso se utiliza en las inversiones financieras para obtener objetivos de rentabilidad.
Está basado en tomar como modelo algún otro tipo de empresa, puede ser una compañía de la competencia o bien puede establecerse como modelo al líder del sector. La cuestión es que los objetivos, en cualquier área, pueden definirse tomando como referente a alguien denominado “benchmark”.
Teniendo claro el funcionamiento del “benchmark”, es posible dirigir nuestras acciones con vistas de conseguir unos resultados similares. Este será nuestro objetivo y en esto consiste el benchmarking.
Etapas para realizar benchmarking
Para establecer un proceso de benchmarking en nuestra empresa, deberemos seguir los siguientes pasos:
- Planificación: Se trata de la etapa de investigación y establecer los objetivos iniciales. Aspectos tales como ¿qué?, ¿quién?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cuánto? y ¿por qué? deben ser respondidos en esta etapa.
- Datos: Si vamos a establecer un proceso de benchmarking, como es lógico, necesitaremos un benchmark. En esta etapa deberemos recopilar todos los datos del benchmark que puedan sernos útiles. Para ello recurriremos a las diferentes fuentes oficiales, extraoficiales, informativas, documentales y de cualquier otra índole.
- Análisis: Una vez tomados los datos pertinentes, lo más natural es tratarlos. La información recopilada debe tener un uso y para ello deberemos analizarla cuidadosamente. Una vez concluida las dos etapas anteriores correspondientes a la investigación, se abre esta etapa de estudio. En ella, no sólo se deberán analizar los datos, también deberemos obtener propuestas concretas sobre lo que podemos o no podemos realizar.
- Acción: En un principio parece que está todo hecho, pero lo cierto es que no es así. El establecer un proceso de benchmarking presupone cambios y trabajos que deben diseñarse y establecerse. Las mejoras deben implementarse de forma progresiva y sin que supongan un colapso en nuestra organización.
Tipos de benchmarking
Así pues, existen varios tipos de benchmarking:
Benchmarking competittivo
Este tipo trata de establecer como modelo de referencia a algún competidor del sector. Se tratarán de establecer en aras de la mejora sus productos, servicios, o alguna de las funciones.
Se trata de un tipo de benchmarking de los más complejos, debido a que requiere un estudio y análisis riguroso. Además sobre una compañía competidora que no estará dispuesta a facilitarnos los datos.
Benchmarking interno
Como su propio nombre indica, se trata de un tipo de benchmarking que se lleva a cabo entre diferentes órganos departamentales del seno de la propia compañía. En este caso los datos son mucho más fáciles de recopilar.
Benchmarking funcional
Es un tipo de benchmarking enfocado a establecer como modelo a una empresa considerada como excelente en algún proceso que se trata de implementar. Normalmente suele haber algún tipo de compañía que destaca por llevar a cabo una determinada labor de un modo impecable. No tiene por qué ser un competidor directo ni una empresa perteneciente al mismo sector.