En nuestro sistema financiero conviven todavía dos entidades financieras, Bancos y Caja de ahorro. Ambas prestan los mismos servicios. En muchas ocasiones, el usuario opta por una u otra en función de los precios o atención prestada, sin saber dónde está la diferencia fundamental entre ambas.
A esto hay que sumar qué las diferencias son cada vez menores tras la fusión y reconversión de las cajas de ahorro que el Gobierno tuvo que emprender ante las petición de Bruselas de acabar con esta dualidad y que pasaba necesariamente por capitalizar las cajas y profesionalizar sus órganos de gobierno.
Diferencias fundamentales entre los Bancos y las Cajas de Ahorro
Los Bancos
- Son entidades constituidas como sociedades anónimas
- Cotizan en Bolsa y parte de sus beneficios debe destinarse al pago de los accionistas
- Son dirigidos por un consejo de administración elegido por los accionistas de la entidad
Las Cajas de Ahorro
- Son entidades constituidas como sociedades limitadas
- Están obligadas a destinar parte de sus beneficios a una obra social que debe ser conocida por el cliente
- Están sometidos al control de la administración autonómica, lo que ha hecho que fueran consideradas como politizadas por los gobiernos de turno
¿Banco o Caja de Ahorro?
Básicamente, prestan los mismos servicios. La clave para optar por una entidad u otra está en las comisiones, servicios y demás factores que nos ofrecen.
Dependerá del servicio y uso del mismo que el consumidor busque. Si buscamos presencia, también internacional, debemos optar por Bancos. Están más presentes que las cajas de ahorro. No encontraremos estas últimas en el extranjero.
Por otro parte, las Cajas de Ahorro han dejado de centrarse en los ahorros familiares para lanzarse a un mercado más competitivo que también cubra las necesidades de grandes empresas. En este sentido, no hay diferencia con los bancos.
La pregunta sobre qué elegir, Banco o Caja de ahorros, deberá venir determinada por las comisiones que apliquen, servicios adicionales, intereses por contratación de sus servicios y facilidades para acceder al crédito.
Elegir la mejor entidad financiera
Lo primero es determinar que tipo de servicio estamos buscando. Supongamos que buscamos una cuenta corriente en la que domiciliar la nómina.
A continuación, deberemos realizar una comparación entre lo qué ofrecen para este producto las distintas entidades. Debemos buscar la que menos comisiones nos aplique, mayor interés nos ofrezca y garantía de seguridad.
En algunas ocasiones puede ser recomendable tener más de una entidad financiera. Contratar cada servicio en función de las ventajas más que por el nombre del banco o Caja de Ahorros.