Los depósitos o imposiciones a plazo fijo con rentabilidades elevadas son un gancho muy utilizado por las entidades financieras para captar dinero de nuevos clientes o dinero nuevo de clientes antiguos.
Si bien la normativa promovida por la ministra Salgado vino a penalizar con aportaciones extraodinarias al Fondo de Garantía de Depósitos a los bancos y cajas nacionales que comercialicen a extratipos (en el caso de depósitos a un año por encima de Euribor + 1), no es menos cierto que la necesidad de liquidez y los altos costes de financiarse en el mercado mayorista hacen que las entidades sigan apostando por los depósitos rentables.
Veamos que depósitos existen hoy con rentabilidades iguales o superiores al 4%:
- Depósito CR de Banco Espirito Santo al 4,26% TAE si se invierte un mínimo de 50.000 euros a un año. Si estamos dispuestos a invertir a dos años, a partir de 25.000 euros nos ofrecen un 4,80% TAE. Esta entidad se aprovecha de su domiciliación en Portugal para ofrecer extratipos, ya que la normativa anti-guerra de pasivo no le afecta.
- Depósito de Activobank a 1 año, al 4% TAE a un año y con un mínimo de 3.000 euros. La marca online del Banco Sabadell desafía claramente el tope de Euribor + 1 de la normativa Salgado.
- Depósito Bienvenida al 4% TAE a un año de oficinadirecta.com (Banco Popular). Para imposiciones a partir de 5.000 euros.
- Banco Popular también ha lanzado el Depósito Gasol al 4%, anual, con un mínimo de tan solo 300 euros. Es curioso no encontrar el tipo de interés publicitado en su web, a pesar del intenso esfuerzo publicitario que hacen de él. Cada uno que imagine la razón.
- Banco Gallego puede llegar a ofrecernos un 4,05% TAE a un año para dinero nuevo a partir de 3.000 euros, si bien al exigirnos contratar un seguro de vida, domiciliar nómina y dos recibos, sólo es interesante en el caso de que necesitemos estos productos y vincularnos a la entidad. En caso de no contratarlos, la rentabilidad ofrecida es del 3,75 TAE.
La limitación que la normativa Salgado ha impuesto a las entidades financieras nacionales distorsiona el mercado y la libre competencia. Los bancos extranjeros pueden extratipar sin problemas, y las entidades nacionales ven limitada su capacidad de captar dinero a un coste, que hoy en día, les es atractivo dado la sequía del mercado mayorista.
Para el cliente es bueno que haya una competencia sana del sector, que remunere debidamente su esfuerzo ahorrador. En mi opinión, la limitación de rentabilidad para evitar riesgos sistémicos debería ser mucho más selectiva. Entiendo que determinadas cajas o bancos que han recibido dinero público tengan que someterse a ciertos límites, ya que la rentabilidad que ofrecen la pagamos todos los contribuyentes, pero no acabo de ver que sea acertado limitar la competencia a todo el sector nacional.