Según Wall Street Journal el dinero tonto vuelve al mercado y basta la primera línea del artículo para saber a quien se refiere el diario estadounidense: el inversor particular. Es decir, lo que la publicación califica de ‘dumb money’ o dinero tonto en su traducción literal somo el común de los ahorradores cuando entramos al mercado por nuestra cuenta y riesgo para comprar acciones.
El artículo de WSJ que el inversor particular puede actuar como un indicador atrasado. Es decir, que cuando la mayor parte del dinero que entra el bolsa proviene de particulares e inversores individuales podemos estar ante el final del movimiento alcista. Una vez puede que la mejor forma de ilustrarlo sea a través de la sabiduría popular bursátil con una frase atribuida a John D.Rockefeller: “Cuando mi limpiabotas invierte en Bolsa, yo lo vendo todo”.
El magnate utiliza el ejemplo del limpiabotas, pero podría haber servido cualquier otra profesión no relacionada con el mundo bursátil. En realidad lo que hace es referirse a ‘la masa’ y sobre todo a las personas que no están acostumbradas a invertir en bolsa, pero que quieren probar suerte y esperan a que el mercado suba o a leer noticias económicas positivas para entrar en el mercado. Y visto desde esa perspectiva, todo inversor que se precie ha sido en algún momento de su carrera ‘dinero tonto’. La clave está en dejar de serlo.
WSJ no es el primero ni el único en utilizar la expresión ‘dinero tonto’ para referirse al inversor particular. De hecho, muchos gurús de bolsa y gestoras de fondos -bancos incluídas- parecen partir de esa misma premisa a la hora de ofrecer sus servicios. En ambos casos no hacen sino aprovecharse de las experiencias negativas del ahorrador-inversor en bolsa para posicionarse como conocedores del mercado los primeros y para gestionar su capital los segundos. Pero esto no quiere decir que necesariamente no sean también ‘dinero tondo
En cualquier caso, si aceptamos que puede existir el dinero tonto y que lo formamos el común de los ahorradores, ¿No debería de haber también un ‘dinero inteligente’? La respuesta es afirmativa. Existe un dinero inteligente que tiene diferentes nombres. Para los seguidores de tendencia o trend followers sus propios gurús marcan ese dinero inteligente, aunque desde aquí nos gusta más la acepción de “Mano Fuerte” que utiliza Javier Alfayate en su libro Aleta de Tiburón, donde también habla de “mano débil” para referirse al particular, un término mucho menos ofensivo que dinero tonto (Registrándote en Bolsa.com puedes obtener un capítulo del libro).
Esta mano fuerte, dinero inteligente o como quiera llamarse no es más que el rastro que dejan los grandes capitales a su paso por el mercado. ¿Podemos aspirar a convertirnos en mano fuerte? Es complicado por no decir imposible, pero sí podemos mejorar nuestras técnicas de inversión y dejar de ser dinero tonto para convertirnos simplemente inversores más o menos informados con una estrategia de inversión bien definida. La clave en este punto se encuentra en la formación. Existen multitud de escuelas y estrategias de inversión en bolsa, pero cada uno debe encontrar la que mejor se adapta a su personalidad y a sus expectativas.
En este sentido, un buen punto de partida, especialmente para los novatos, son las redes sociales donde puede contactar con inversores más expertos y seguir sus movimiento o simplemente aprender de la conversación que se general. Un buen ejemplo es Bolsa.com, cuyo lema habla claramente del objetivo de esta red social: “Compartir es ganar”. Compartiendo conocimientos, análisis e información el pequeño inversor también puede ganar en bolsa.