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Reclamaciones por pérdida de equipajes, retrasos y cancelaciones

En pleno verano no todo pasa por los viajes, las playas, el sol, los tragos y el placer de descansar. Los meses de verano están plagados de ciertos contratiempos que pueden dejar al placer, fuera de la lista de los buenos recuerdos.

Uno de los contratiempos más comunes, y que puede hacernos pasar un mal momento, es la pérdida de equipajes, retrasos y cancelaciones de vuelos.

Septiembre, ya fuera de la temporada alta, es uno de los meses donde aumenta “considerablemente” el número de quejas y reclamaciones por los servicios contratados durante las vacaciones.

Según la UCA/UCE los usuarios que sufran este tipo de inconvenientes no deben esperar al regreso para interponer las reclamaciones, sino que deben hacerlo cada vez que se detecten una anomalía.

Una de las mejores formas de no dejarnos pisotear como consumidores, es conocer nuestros derechos como tales y leer atentamente las condiciones del viaje establecidas en el contrato con la aerolínea o la agencia.

Alojamiento

Esta Unión de Consumidores también hace referencia a los alojamientos turísticos. Sostienen que si la anulación de la reserva se produce con menos de siete días de antelación, se puede perder la totalidad de la señal, aunque dependiendo del tipo de alojamiento y de la comunidad autónoma a la que pertenezca pueden varias las condiciones.

Transporte

En cuanto a los transportes, la cancelación de un medio terrestre conlleva generalmente una penalización por parte de la empresa. Pero si nos referimos a la cancelación de los tickets de avión, sólo se pueden cancelar los billetes adquiridos cuyas condiciones generales lo permitan.

Por ejemplo, los billetes de turistas con restricciones o bien no permiten cambios de ningún tipo ni cancelaciones o lo permiten, pero con unas condiciones muy gravosas. Frente a esta situación, la queja más frecuente es la negativa de la compañía aérea a cancelar o modificar un viaje cuando surgen causas excepcionales o de fuerza mayor que lo impidan.

Si se trata de un viaje combinado, las condiciones de la penalización son diferentes.

Si es por fuerza mayor la agencia de viajes está obligada a llevar a cabo la anulación sin aplicar ningún tipo de penalización, pero si el motivo de cancelar el viaje es otro, o no existe motivo alguno para el desestimiento, la cancelación por el usuario está sujeta a distintas penalizaciones en función de la antelación con la que se produzca, además de los gastos de gestión y de anulación.

¿Qué debemos hacer? Ante una cancelación del transportista o del organizador, el usuario tiene derecho al reembolso del billete o del viaje, pero además puede requerir una indemnización, salvo que la cancelación o el retraso sea por causa de fuerza mayor.

En caso de que la compañía aérea cancela un billete, eso da derecho a una indemnización equivalente a la prevista para el ‘overbooking’, siendo de 250, 400 ó 600 euros en función del trayecto y de lo que se tarde en recolocar al pasajero, ya que la indemnización en este caso puede reducirse a la mitad.

En cambio, si lo que se produce es una modificación significativa de alguno de los elementos esenciales del viaje, el organizador debe comunicárselo al usuario, quien dispondría de tres días para decidir si continua con el viaje o cancelarlo con derecho al reembolso de las cantidades y a la indemnización prevista para el caso de cancelación.

También puede ocurrir que antes de la salida del viaje combinado, nos comuniquen un incremento del precio, que sólo es posible si así se recoge en el contrato de viaje y puede tratarse tanto de una revisión al alza como a la baja.

Equipaje

Ante la pérdida o deterioro del equipaje el usuario debe dirigirse al mostrador de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) o de la compañía aérea y presentar la reclamación, disponiendo de siete días para reclamar el deterioro de las maletas a partir de la fecha de entrega.

En caso de que se produzca una situación de ‘overbooking’ la compañía aérea deberá comunicarlo a los pasajeros y solicitar voluntarios a renunciar a su pasaje a cambio de una serie de beneficios, y sólo en el caso de que el número de voluntarios no permita solucionar la situación la compañía podrá denegar el acceso al vuelo.

Ahora está informado, por lo tanto, haga valer sus derechos como consumidor, nadie tendrá excusas…