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Indicadores de coyuntura: qué son, características y clasificación

Los indicadores de coyuntura económica que solemos ver en las noticias (PIB, IPC, tipos de interés, tipos de cambio, balanza comercial, etc.) son simplemente unos cálculos estadísticos para medir grandes economías (de países o regiones). Hoy en Opcionis veremos con más detalle qué son los indicadores de coyuntura, cuáles son sus características y cuál es su clasificación.

Qué son los indicadores de coyuntura

Los indicadores de coyuntura se utilizan para medir el estado actual de la economía de una región concreta e independiente.Todos ellos están interrelacionados y en su conjunto ofrecen una panorámica de la situación.

La economía tiene un funcionamiento cíclico. De forma que existen épocas expansivas y épocas recesivas. Junto con las recuperaciones y los estancamientos (contracciones) forman las cuatro etapas de un ciclo económico.

Los indicadores de coyuntura nos informan sobre qué fase del ciclo es la presente y en función de su evolución podremos determinar si se está pasando a la siguiente. El análisis macroeconómico está basado en el conjunto de los indicadores de coyuntura, debido a que ofrecen una información fiable.

Asimismo, aunque se tenga constancia de las fases del ciclo y su recurrencia, no se tiene la certeza de la duración temporal de cada una de ellas. Las fases no tienen la misma duración, sólo podremos saber qué fase es la siguiente. Gracias a los indicadores de coyuntura, que hacen posible el análisis macroeconómico, sí que estaremos en disposición de determinar si la fase se está agotando; o bien si está comenzando una nueva. En otras palabras, podremos realizar estimaciones o aproximaciones sobre las fases del ciclo económico.

La producción, la demanda, el estado y la estabilidad de los precios, el mercado de trabajo, las exportaciones e importaciones (el sector exterior), la política monetaria y de crédito, el sector financiero y el sector público son algunas de las variables o subindicadores con las cuales se nutren los indicadores de coyuntura.

En función de las conclusiones obtenidas en el estudio macroeconómico (que se realiza tomando los indicadores de coyuntura y la relación existente entre ellos) se toman una serie de políticas económicas. Es decir, sirven también para tomar decisiones que afectan a nuestras vidas (una vez realizado el análisis), con fines de subsanar los desequilibrios económicos y armonizar los ciclos. Acortando las fases recesivas y procurando que la economía no se sobrecaliente provocando crisis y/o burbujas en algunos sectores.

Características de los indicadores de coyuntura

Todos los indicadores de coyuntura deben cumplir unas características básicas, a saber:

Periodicidad

Deben tener una cierta periodicidad, tanto en su elaboración como en su publicación. La frecuencia es un elemento fundamental en el estudio económico. El tomar períodos de tiempo de igual duración nos permite determinar el estado de las tendencias y los cambios de ritmo (aceleraciones y desaceleraciones). Existen indicadores de coyuntura con una frecuencia de publicación trimestral (como el PIB), otros tienen una frecuencia mensual (como el IPC) y otros incluso tienen una frecuencia semanal o diaria (los inventarios de petróleo crudo se publican semanalmente. Los índices bursátiles tienen una frecuencia de publicación diaria).

Poco desfase temporal

En realidad, el desfase temporal debe ser el mínimo posible. La información debe estar lo más actualizada que sea posible, entre otras cosas esto suma agilidad a las políticas económicas que habrá que tomar en cada caso.

Desagregación

Los indicadores de coyuntura suelen ser datos agregados. Por ejemplo, el Producto Interior Bruto, que mide los niveles de actividad económica (demanda) y el crecimiento de la misma, es la suma de el gasto que llevan a cabo las familias, las inversiones que realizan las empresas, el consumo del sector público y la balanza comercial (exportaciones menos importaciones).

Todas las variables que componen este indicador deben poder observarse de un modo individual, con fines de saber cómo influyen en el indicador agregado. Puede existir una variable desagregada con un comportamiento dispar que altere todo el indicador. En el estudio macroeconómico se suele atender tanto a las causas como a las consecuencias. Por lo tanto, deberemos buscar la causa de este comportamiento y para ello es necesario identificar la variable por separado que incide de un modo susceptible de corregir.

Vinculación con las variables

Entre las variables que sirven de fuente para la elaboración del indicador de coyuntura y este mismo debe existir una estrecha correlación. Normalmente el indicador es la misma información que las variables, sólo que agregada y tratada para ofrecernos lo que buscamos saber de un mejor modo. Como se puede deducir pues, si la información de base (la variable) no está relacionada con el resultado (el indicador), o bien la correlación es muy débil, la información ofrecida no puede ser muy fiable.

Fiabilidad

la información que ofrece el indicador debe ser de calidad. En ella se basan muchas decisiones económicas que afectan a mucha gente. La fiabilidad de la metodología para su cálculo, así como la información fuente, debe ser fiable. No es posible adoptar políticas económicas con un cálculo de dudosa calidad.

Normalmente hay agencias gubernamentales dedicadas a estos cálculos. En base a ellos, y a las estimaciones oportunas, el Gobierno procede a establecer la política fiscal y presupuestaria. Al igual que las autoridades monetarias se dedican a diseñar las políticas monetarias oportunas, las cuales afectarán a los tipos de interés que deberemos pagar por un préstamo. Imaginemonos las consecuencias que esto tendría si los cálculos no fuesen fiables.

Clasificación de los indicadores de coyuntura

Los indicadores de coyuntura se clasifican basándose en diferentes criterios:

Además de estas clasificaciones generales, podemos encontrar muchas más, como por ejemplo el factor económico que miden (indicadores de empleo, demanda, precios, etc.).