La cultura financiera no es uno de nuestros fuertes como usuarios. De hecho, comparativamente, nuestro país va sensiblemente rezagado en una supuesta lista de países con mayor cultura financiera de usuarios. En buena medida esto tiene que ver con no conceder importancia a la educación financiera más elemental, al menos en lo que se refiere a los productos financieros y el uso del dinero, y, sin embargo, existen algunas cuestiones que debieran inculcarse desde pequeños a los niños como, necesariamente, futuros usuarios de productos y desde luego gestores de sus propias economías domésticas.
La educación financiera en los niños
La educación financiera básica en los niños es sin duda una herramienta que con el tiempo se irán incorporando de manera generalizada, es lógico si tenemos en cuenta que la formación trata de preparar al niño para el futuro mundo de adultos en el que las cuestiones financieras básicas son elementales y desde luego necesarias.
Esta educación financiera, alejada de los modelos tradicionales de educación desafortunadamente, sin embargo puede en algún modo realizarse desde la base a partir de una especie de educación familiar básica, en la que, desde el juego y desde y la ventaja de la comunicación familiar, se pueden inculcar algunas cosas que los niños deben aprender sobre economía.
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El gasto
Probablemente sea lo más difícil que debamos lidiar en este proceso de educación financiera básica con los niños. En la actualidad el consumo está por encima de todo y por tanto, la visión del dinero para un niño se reduce a la de un medio mediante el cual conseguir cosas, independientemente de del origen o el destino del mismo.
Es muy importante por tanto modificar la percepción del valor del dinero, de su procedencia, de lo que cuesta obtenerlo y de las cuestiones fundamentales para la vida en las que se emplea.
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En cierto momento de la vida de todos el poseer determinadas deudas no es un elemento alarmante, pensemos por ejemplo en la adquisición de la vivienda o de un vehículo que necesariamente nos generará una deuda extendida en el tiempo, sin embargo, esto resulta complejo explicar al niño como punto de partida, por tanto resulta más conveniente partir de una realidad absoluta y es que la deuda siempre es negativa para nuestro bolsillo.
Este es un elemento clave ya que, durante la última década fundamentalmente, se ha demostrado que la falta de control sobre la deuda propia y el acceso a un exceso de crédito han calculado, ha sido un elemento clave en muchas crisis de economías domésticas.
El ahorro
El ahorro siempre ha sido un elemento fundamental para cualquier economía doméstica, es cierto, pero en los años de mayor abundancia parecía imponerse un criterio de consumo por encima de un criterio de ahorro, sin embargo, ha sido un espejismo ya borrado de la mente de la gran mayoría de personas.
Transmitir el concepto del ahorro como beneficios diferidos es complicado para los niños que poseen una mayor necesidad de inmediatez, sin embargo, existen recursos muy sencillos como por ejemplo mostrar el proceso de ahorro en dirección a un deseo determinado, que puede ser una base sólida para explicar cómo el ahorro produce beneficio si se realiza correctamente.