Ahorrar en los seguros es posible, sin embargo, para ello hay que cumplir una serie de requisitos o pasos previos, sencillos, pero que muchas veces olvidamos por comodidad, dejadez, o simplemente desconocimiento.
Ojo, si estás acostumbrado a controlar el gasto en tus recibos, probablemente también lo estés a controlar el coste de tu seguros, y por tanto, aunque estos consejos te pueden ayudar, el nivel de ahorro que vas a obtener no será muy elevado. Sin embargo, si no estás acostumbrado a realizar comparativas sobre tus seguros o hace mucho que no las realizas, el ahorro que puedes obtener es realmente sorprendente.
Qué le sobra y qué le falta a tu seguro de salud
Así como nos hemos acostumbrado relativamente más a la comparativa en sectores como la telefonía, aún somos reticentes al cambio en cuestiones financieras. Nos cuesta mucho cambiar de banco, y nos cuesta mucho más modificar nuestros productos de ahorro y aseguramiento. Este es un error a erradicar, la primera clave para mejorar el coste de tus seguros es estar dispuesto a cambiar de aseguradora si las ventajas son las adecuadas.
Cuántos seguros tienes y cuántos necesitas de verdad
Esta es una de las primeras cosas que debes hacer si quieres mejorar el coste de tu seguros. Los niveles de aseguramiento, desafortunadamente, no suelen ser muy ajustados a realidad, en muchos casos por defecto, pero, no en pocos también por exceso.
Así que lo primero que se impone es revisar nuestros seguros, las coberturas que nos ofrecen y valorar qué es lo que realmente necesitamos y que es lo que realmente tenemos. Aquí también hay que tener en cuenta que existen productos que llevan seguros asociados, por ejemplo las tarjetas, que pueden hacer que otros seguros contratados como añadidos sean redundantes.
Realmente de lo que se trata es de generar una especie de mapa del aseguramiento en el que nos garantice hemos que el volumen de nuestros seguros es el adecuado y que las coberturas que se nos ofrecen las correctas.
Comparar los seguros segunda fase del ahorro
Esta sería la segunda fase del ahorro, y, probablemente, la más importante. Una vez determinada el nivel de aseguramiento óptimo, debemos realizar una comparativa de nuestros seguros con la media del mercado.
Hoy en día esto es muy sencillo gracias a los diferentes comparadores especializados que encontramos en Internet. Simplemente buscando el modelo de seguro que deseamos, y ajustando las coberturas elegidas, vamos a poder tener una perspectiva real de si estamos pagando más que la medida de mercado, y la distancia que nuestro seguro posee respecto a los precios más baratos del mercado.
Para quien nunca haya hecho este ejercicio el ahorro puede llegar a ser sorprendente y en algunos casos superar el 50%, sobre todo si nos mantenemos sujetos pólizas antiguas que a pesar de las bonificaciones siguen suponiendo unos costes de mercado elevados comparativamente. En este supuesto no debemos tener ningún reparo en, o bien, solicitar una mejora del producto, o directamente cambiar de compañía.