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Liquidez en las Entidades

Una preocupación constante para los funcionarios españoles, es la Liquidez en las Entidades. Si hablamos en el ámbito de los Bancos, la idea es generar menos créditos y más ahorro entre clientes minoristas, de esta forma se podría consolidar la receta de la banca para mejorar su liquidez

La banca baja el crédito y se centra en los depósitos es la propuesta para la Liquidez en las Entidades. Para analizar las cifras numéricas, las principales entidades reducen en el último año en 20.000 millones de euros el desfase entre su cartera de préstamos y los recursos de clientes minoristas.

La idea es que la banca refuerce su posición de liquidez ante las persistentes tensiones de financiación. La crisis global de la zona euro y la particular de España mantienen cerrados los mercados mayoristas para las entidades españolas, que además están viendo complicadas sus posibilidades de emitir deuda por la oleada de rebajas de ráting sufrida en los últimos meses: los recortes dificultan las colocaciones y provocan salidas de depósitos de clientes institucionales, obligados a invertir en bancos con determinada calidad crediticia.

Liquidación del BCE

La apelación a la liquidez del BCE tampoco puede ser una solución permanente, lo que está forzando a las entidades, entre otras estrategias, a entrar en una carrera por rebajar la ratio créditos/depósitos.

Por otra parte, con respecto a BCE, para mitigar la crisis mediante la compra de bonos ha sido anulado por la negativa del banco a asumir pérdidas sobre la deuda griega que controla, lo que significa que el resto de tenedores de bonos tendrán que hacer frente a mayores quitas. Ahora, el presidente del BCE, ha prometido que las nuevas compras de bonos abordarán las dudas de los inversores sobre su calidad.

En la práctica, a reducir los préstamos concedidos (ya de por sí a la baja en una economía en recesión) y a incrementar los recursos de particulares, más estables que los mayoristas, para depender menos de los mercados.

Las entidades, con mayor o menor agilidad, están avanzando hacia un mismo camino: la captación de recursos de clientes particulares, mucho menos volátiles, y la reducción del crédito, para rebajar la dependencia de los mercados mayoristas y prevenir tensiones de liquidez.

Este camino, no obstante, no parece exento de ciertos riesgos. Una mayor agresividad de las entidades por captar depósitos puede favorecer a los particulares y sus expectativas de rentabilidad, pero podría implicar una mayor presión sobre las cuentas de resultados.

La realidad es que hay que reforzar la liquidez, sí, pero simultáneamente también el colchón de dotaciones y los fondos propios. Los tres frentes son necesarios pero ninguno es suficiente por sí mismo. Igualmente, los próximos meses vuelven a presentarse como una prueba de fuego para el crédito, que lejos de ver allanado el camino, cada día encuentra más obstáculos para su recuperación a corto plazo.

El sector financiero toma medidas para mejorar su posición de liquidez y reforzarse ante el persistente cierre de los mercados de financiación mayorista.