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Las ventajas de las tarjetas virtuales

Las fórmulas para poder pagar a través de Internet se ha multiplicado durante los últimos años. Esto no deja de ser una respuesta comprensible tanto la importancia de los pagos a través de Internet como del enorme crecimiento del comercio online, y, cada vez en mayor medida, de un aumento masivo de usuarios para este tipo de transacciones. A la hora de elegir los modelos de pago para las compras por internet las tarjetas virtuales siguen siendo un elemento muy importante ya que aportan ventajas a tener en cuenta.

En este post analizamos qué resulta más interesante para tu bolsillo la tarjeta de crédito o la tarjeta prepago

En primer lugar debemos saber que prácticamente todas las entidades financieras de un modo u otro nos van a venir a ofrecer tarjetas virtuales. Se trata de productos con una dirección clara a la hora de las compras por Internet, aunque, debemos tener también en cuenta que no todas las tarjetas virtuales se comportan y funcional del mismo modo.

Qué son y cómo funcionan las tarjetas virtuales

En su expresión más ajustada al nombre se trata de una tarjeta bancaria con todos los datos generados al estilo de una tarjeta común, pero, que no existe, es decir se nos proporcionan datos relativos a una tarjeta que no tiene un soporte físico, aunque sí todas las numeraciones y condiciones inherentes para su uso en Internet.

Otra variante es la que aúna todo lo anterior pero también presenta un soporte físico, es decir una tarjeta física que, sin poseer banda magnética, nos permite visualizar rápidamente los datos necesarios para el pago, obviamente estas tarjetas no se pueden utilizar ni en cajeros ni en otros dispositivos de pago o para retirada de efectivo.

Evidentemente se trata de un producto exclusivamente diseñado para las compras a través de Internet o en su defecto los pagos a distancia, obviamente esto también puede hacerse siempre que se proporcione los datos correspondientes, por ejemplo a la hora de realizar un pago telefónico de una factura.

Se trata de tarjetas prepago. En este modelo de tarjetas vamos a disponer habitualmente de lo que hayamos cargado previamente a través un sistema sencillo que podemos realizar en las propias páginas web o aplicaciones de las entidades. Una vez sobrepasada esta cantidad recargada la tarjeta no responderá, es decir no se trata de un producto a crédito, esto es interesante tanto por el control del gasto que supone como para evitar posibles problemas como duplicación de datos o fraude, ya que será imposible para el producto contactar con nuestra cuenta a no ser que nosotros lo autoricemos previamente con una serie de datos protegidos.

Cuál es el coste de una tarjeta virtual

No suelen ser tarjetas con coste añadido, es decir ni por su emisión ni por su mantenimiento o suscripción estas tarjetas suelen presentar coste. Tampoco la recargas presentan comisión alguna generalmente aunque, recuerde, que determinadas entidades si pueden cobrarle por traspasos entre cuentas, no lo harán por recargar la tarjeta desde la cuenta asociada.

Es cierto que en algunos casos si existe una comisión por recarga contra la cuenta desde la que se ha emitido, aunque no es lo más habitual debemos estar atentos por si lo que se nos propone conlleva esta comisión. Por lo demás las operaciones de pago, al tratarse de operaciones a débito, no incluye ningún tipo de coste ni comisión.