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Gestionar la jubilación: ‘mover’ los planes de pensiones

La falta de educación financiera es uno de los males endémicos de muchas economías familiares y fuente de riqueza para bancos y cajas de ahorro. En un artículo reciente de especulacion.org el autor, Jesús Pérez, se planteaba la forma en la que tomamos nuestras dediciones financieras (en este caso respecto a la jubilación) y la conclusión es que demasiadas veces lo hacemos sin apenas información y confiando casi a ciegas en el consejo de ‘nuestra sucursal del toda vida’. De hecho, prestamos más atención a la compra de un televisor o un coche que a nuestro plan de pensiones. Por eso al final muchos pequeños ahorradores ni siquiera saben cómo funcionan realmente estos productos, las posibilidades de gestión activa que ofrecen y sus ventajas.

Sin embargo, del desplome de los mercados financieros y sobre todo de la Bolsa, ha hecho que algunos pequeños ahorradores empiecen a preguntar por sus planes de pensiones. Y en la mayoría de casos la respuesta está siendo: fuertes caídas, lo que lleva a muchos a preguntarse ¿cómo puede perder dinero mi plan de pensiones? ¿no está asegurado? Para empezar, conviene recordar en qué consiste un plan de pensiones: “un plan de pensiones es un producto que te permite ahorrar cómodamente, para que puedas disponer de un capital o una renta en el momento de la jubilación o en caso de incapacidad y, en caso de fallecimiento, para que puedan disponer del mismo tus beneficiarios” (según La Caixa). Otra definición algo más cercana a la realidad es la de unas aportaciones que se invierten en un fondo de gestiones, que es por así decirlo como un fondo de inversiones. ¿Cuál es la diferencia entonces? Básicamente ninguna, excepto el tratamiento fiscal  (la fiscalidad de los planes de pensiones es más beneficiosa). Es decir, a no ser que se trate de un plan garantizado hay serias posibilidades de perder dinero, que es precisamente lo que está ocurriendo ahora.

¿Qué se puede hacer para evitar perder dinero? Una gestión activa. Al igual que un fondo de inversión, los planes de pensiones permiten ‘saltar’ de uno a otro dentro de la misma entidad e incluso a otra sin penalizaciones. De hecho, esto es precisamente lo que hace posible que la inversión del ahorrador se amolda las circunstancias del mercado y al paso del tiempo (ninguna inversión puede estar 20 ó 30 años sin tocarse). No hay que tener miedo a cambiar de producto si en el que está depositado el dinero no funciona o simplemente si no nos gusta su gestor. Estamos en nuestro derecho y es nuestro deber desde un punto de vista de responsabilidad financiera.

Para quienes necesiten consejo, recordar que en términos generales cuanto más  lejana sea la fecha de jubilación mayores serán los riesgos que se pueden asumir, en tanto que cuando más cercana sea la fecha será mejor ‘atar en corto’ las inversiones y desviarlas hacia lugares más seguros como la renta variable. De todas formas, muchos bancos cuentan con herramientas para ayudar a elegir un tipo de fondo en función de las aportaciones previstas y el tiempo hasta la jubilación. La de Caixa Catalunya es una de las más sencillas y puede utilizarse de modo orientativo.

En cualquier caso, lo que no hay que hacer es pensar que por haber logrado desgravar en la declaración de la renta todo el capital aportado no es necesario hacer una gestión del mismo porque “lo que quede serán ganancias”. Estamos hablando del dinero para la jubilación, quizás el ahorro más importante en la vida de una persona. Así que ya saben, si no tiene muy claro en qué está invertido plan de pensiones, acérquese a la sucursal y pregunte. Está en su derecho.