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Economía de Mercado – Ventajas y Desventajas con ejemplos

¿Sabes qué es la Economía de Mercado? En este artículo de Opcionis vamos a ver con ejemplos prácticos y que perfectamente podrían ser reales una cuestión que ya expuse en el primer artículo sobre esta materia.

Veremos que en realidad la economía ayuda a comprender el mundo en el que vivimos. Una vez visto que es la economía de mercado ahora veremos ejemplos de su aplicación en la vida cotidiana.

Qué es la economía de mercado

Una economía de mercado es un sistema económico en el que las decisiones económicas y la fijación de precios de bienes y servicios se guían por las interacciones de los ciudadanos y las empresas individuales de un país. Puede haber alguna intervención del gobierno o planificación central. Sin embargo, este término se refiere a una economía que está más orientada al mercado en general.

Es importante tener en cuenta que en una economía de mercado, la mayoría de las decisiones económicas se realizan mediante transacciones voluntarias de acuerdo con las leyes de oferta y demanda. Por otra parte, una economía de mercado es fundamentalmente aquella en la que los empresarios son libres de controlar y coordinar los recursos productivos con el fin de obtener ganancias creando productos que son más valiosos que los insumos que usan, y libres de fracasar y cerrar el negocio si no lo hacen.

Es importante destacar que los economistas coinciden en que las economías más orientadas al mercado producen mejores resultados económicos. Sin embargo,  difieren en el equilibrio preciso entre los mercados y la planificación central sea mejor para proporcionar estabilidad, equidad y beneficios a largo plazo.

Ventajas de la economía de mercado

Teniendo en cuenta lo anterior, podemos decir que la principal ventaja de una economía de mercado es que los propios mercados constituyen normalmente un buen mecanismo para organizar la actividad económica:

Libertad para elegir, tanto para los oferentes como los demandantes

Un ejemplo claro de todo esto lo tenemos cuando vamos al supermercado. Supongamos que queremos comprar un champú para el pelo. Ante nosotros tenemos un estante con todo tipo de marcas, colores, aromas y precios. Lógicamente un consumidor buscará su marca preferida o aquella que le brinde una buena relación calidad/precio. La cuestión es simple, en un mercado podemos elegir en función de la calidad de lo ofrecido y el precio del bien. Los vendedores también pueden elegir en cuanto a la cantidad y calidad del champú que quieren vender. Lo único que tendrán que tener presente es ajustar el precio conforme al mercado, puesto que de lo contrario su producto no se venderá.

Sistema de precios flexible

Cuando un agricultor en Florida tiene una plantación de naranjas él mismo no puede venderlas al precio que quisiera, tendrá que ajustarse a la oferta y demanda que hay en ese momento. Dependiendo de que la gente esté interesada o no en el consumo de naranjas y la cantidad de toneladas que se puedan ofrecer en total, se determinará el precio de la naranja. Si, por ejemplo, hubiese una oleada de frío en Florida y se estropeara la producción de naranjas los consumidores tendrán que comprar naranjas de Valencia y esto hará que el precio suba debido a la menor cantidad ofertada. En cualquier caso los precios de la naranja se fijan en función de la oferta y la demanda. La escasa o nula influencia que pueda tener un solo agricultor no da cabida a manipulaciones en los precios.

Existencia de incentivos

Si un abogado decide emprender un plan de marketing para promocionar su bufete, contrata a un colega especialista en derecho civil y mejora sus instalaciones; ganará más clientes. Si decide hacer un máster en alguna especialización abordará también sus casos con mayor conocimientos y ofrecerá un servicio de mayor calidad. 

En otras palabras, tiene incentivos por mejorar sus productos o servicios. Esto es aplicable a cualquier empresa o unidad de económica. Un trabajador que desempeñe mejor su trabajo obtendrá incentivos a modo de ascensos y una compensación económica más alta. El sistema de incentivos puede trabajar a todos los niveles y en todo tipo de agentes económicos. De este modo las empresas, trabajadores y todos los agentes que intervienen en la economía se desarrollan constantemente. Elevando la productividad y generando riqueza. Manteniendo la competitividad y administrando los recursos del mejor modo posible.

Desventajas de la economía de mercado

Hemos estado viendo con dos ejemplos que los mercados se regulan ellos mismos y esto supone una ventaja para el tráfico de productos y una buena circulación del dinero, pudiendo acceder además elegir sin ser manipulados (apenas). Sin embargo no todo son ventajas en una economía de mercado. Las principales desventajas serían:

 No es un sistema equitativo y por tanto puede considerarse injusto

Juan quiere comprar un coche nuevo. Pero su salario a final de mes y su contrato temporal le impide conseguir financiación para poder adquirir el mismo. Es por ello que a los bienes solo pueden acceder aquellos que tengan rentas. En este caso Juan no dispone de rentas suficientes por consiguiente queda excluido del mercado de automóviles nuevos. Podrá acceder (o no) a otro mercado, que será el de automóviles de segunda mano.

Es más inestable

Los precios de los alimentos afectan al bolsillo de millones de personas. También tienen una alta influencia en la inflación, encareciendo la cesta de la compra. Normalmente el precio en un libre mercado depende de la oferta y la demanda. Sin embargo, existen muchos factores que afectan a cualquier mercado. Una sequía o una mala cosecha puede inclinar la balanza y desestabilizar los precios. Reduciendo la oferta.

La oferta está definida por su producción y los inventarios existentes. La demanda por su precio y la cantidad de elementos sustitutivos, ambas fuerzas deben equilibrarse para determinar lo que supondría un precio justo. Pero no es así. Los precios no fluctúan de forma exacta y sobrerreaccionan, tanto al alza como a la baja. Pudiendo crearse tanto una burbuja como una crisis en los precios de los alimentos.

Si ante un mal año de cosecha aumentan los precios de los alimentos y como consecuencia la inflación, el banco central correspondiente puede tomar cartas en el asunto. Subiendo los tipos de interés para contrarrestar el aumento inflacionaro.

El ser humano queda en segundo plano, solo importa maximizar beneficios

Una compañía de material sanitario decide vender sondas a los hospitales, sin embargo debe entrar en competencia con otras compañías ya instaladas en el mercado. La compañía decide que para poder competir y ganar una porción de la demanda que existe en los hospitales para este producto debe bajar los precios. Para poder bajar los precios es necesario que las sondas sean de una calidad dudosa. Al final la mala calidad y los posibles problemas de una determinada compañía que pretende lucrarse la pagamos los consumidores de este producto. Y es que en una economía de mercado la competencia es tal que las cuestiones éticas o, sin ir tan lejos, la simple empatía queda relegada en segundo plano. Un mercado deshumaniza. Para esta compañía lo más importante es obtener beneficios sin importarle las consecuencias que pueda tener la mala calidad de su producto en la salud general del público.

Estos sencillos ejemplos son circunstancias que marcan el día a día de los mercados y de nuestras vidas. Esto es así porque la economía de mercado está extendida en la cultura occidental.