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Cómo empadronarse en Sevilla

Empadronarse en una de las ciudades más bellas de España, como el caso de Sevilla, no es un procedimiento complicado. Ahora bien, es necesario residir en una determinada ciudad para poder empadronarse en ella. A continuación veremos cómo empadronarse en Sevilla.

¿Cómo puedo realizar el empadronamiento en Sevilla?

Un trámite de empadronamiento en Sevilla, al igual que en otras ciudades españolas se realiza a través de la oficina propia, perteneciente al Ayuntamiento del municipio. Sin embargo Sevilla tiene una característica especial, y es que ha habilitado un medio de empadronamiento a domicilio. Lo veremos a continuación con más detalle.

En principio, hay que obtener la hoja padronal (así se llama la pertinente solicitud de empadronamiento en Sevilla). Este formulario se puede solicitar a través de Internet o en las propias oficinas del Ayuntamiento. Una vez obtenida se trata de cumplimentarla rellenando las casillas que figuran en el mismo.

Habrá que acreditar que firma el solicitante con la muestra del Documento Nacional de Identidad, pasaporte, tarjeta de residente u otra documentación análoga. En el caso de menores puede presentarse el libro de familia.

Además de acreditar la identidad, habrá que justificar la residencia en Sevilla, esto se realiza mediante la presentación de la siguiente documentación:

El Servicio de Padrón a Domicilio

El Ayuntamiento de Sevilla cuenta con agentes censales que se pondrán en contacto con la persona solicitante para realizar los trámites en el propio domicilio del interesado. También cabe la posibilidad de realizar este trámite por correo. La solicitud para acceder a este servicio se realizará vía Internet (rellenando un formulario online) o bien llamando al 955 470 500 (atención de 9:00 a 14:00 horas)

¿Por qué es importante empadronarse en la ciudad de residencia?

Más allá de la normativa que obliga a empadronarse en la ciudad de residencia (cuando se está más de 6 meses), existen una serie de servicios que son competencia del Municipio que únicamente pueden ser utilizados por personas pertenecientes al mismo. Esto es aplicable al cambio de Provincia o de Comunidad Autónoma. De tal modo que para poder realizar una serie de trámites o disfrutar de una serie de beneficios sociales se hace necesario el empadronamiento de la persona en el Municipio.

Además de esto también existen una serie de obligaciones fiscales de ámbito municipal que, como es lógico, se deben abonar en el propio domicilio dónde se lleva a cabo el hecho tributario. Un ejemplo claro es el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica.

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