La falta de cultura financiera en España es un handicap importante al que poco a poco hay que ir haciendo frente. La mayoría de personas son capaces de recorrer varios supermercados hasta dar con el más barato o de dedicarle horas a comparar televisiones y buscar precios para el aparato que han elegido, pero sin embargo cuando se trata de depósitos, hipotecas, préstamos y cuentas corrientes muchos prefieren ‘ir a lo fácil’ y fiarse de los consejos de su entidad de confianza. La proliferación de comparadores financieros y redes dedicadas al análisis de productos financieros han ayudado a mejorar esta situación, pero todavía queda mucho por recorrer.
Todavía hay mucha gente que no sólo es incapaz de sacar partido a sus ahorros sino que además pierde literalmente dinero por permanecer en una entidad que no le ofrece condiciones favorables. Pese a ser el producto financiero más contratado, las cuentas corrientes son uno de los grandes olvidados a la hora de revisar la factura financiera. Al margen de las famosas -y por fortuna cada vez más extendidas- cuentas remuneradas, pocas personas dedican parte de su tiempo a revisar las condiciones de su cuentas a la vista y las comisiones a las que deben hacer frente.
La modificación por parte del Banco Santander de su oferta Queremos Ser tu banco para incluir a más clientes ha servido para sacar a la luz las comisiones que cobran las entidades financieras por su operativa o por el simple mantenimiento de una cuenta corriente.
En primer lugar, conviene tener presente que la mayoría de entidades están abiertas a renegociar las condiciones de sus cuentas corrientes y a modificar las comisiones que cobran. De hecho, el modelo de negocio de la banca española se basa precisamente en una atención personalizada con unas condiciones de partida nada beneficiosas para el usuario, aunque ofreciéndole la posibilidad de cambiarlas si es lo suficientemente hábil. Es decir, si el cliente no se queja se mantienen unas comisiones bancarias altas, pero si lo hace se puede estudiar una rebaja (esta dependerá del tipo de operativa de dicho cliente).
Para poder rebajar la factura bancaria, antes hay que conocer las principales comisiones bancarias y de las cuentas corrientes:
- Comisión de mantenimiento o de administración. Se refiere a una cuota fija que cobra el banco de forma periódica, generalmente semestral, simplemente por el servicio de administración y de ventanilla en la sucursal. Cada vez son más las entidades que están eliminando este gasto para el cliente o que no lo cobran en caso de domiliciliar la nómina, debido en parte a que la mayoría de cuentas online ya han prescindido de ellas.
- Comisión de servicio. Se trata de una especie de cajón de sastre donde cabe cualquier tipo de servicio, especialmente los más básicos y los que utiliza la mayoría de usuarios. Se trata de comisiones por el cobro y la emisión de cheques, transferencias, envío de correo ordinario, comunicación de los movimientos a través del móvil… y en general casi cualquier acción que se pueda imaginar. El abuso de las comisiones por servicio llevó al Banco de España a emitir una circular (Circular 8/1990) en la que se exige transparencia en las operaciones y que estas respondan a servicios efectivamente prestados.
- Comisión por apunte. Está en desuso, pero todavía hay bancos que la mantienen. Es la comisión que se cobra por cada apunte que se realiza en la libreta de ahorros con motivo de una operación.
- Comisión por uso y emisión de tarjetas de crédito. La mayoría de cuentas disponen de tarjetas de crédito y débito asociadas y los bancos obtienen grandes beneficios de las mismas. Al margen de las comisiones de las propias tarjetas de crédito, se ha popularizad el cobro por la emisión de este producto y, sobre todo, por la retirada de efectivo. Actualmente es rara la entidad que no cobra a sus clientes por sacar dinero en un cajero de otro banco o caja, aunque este pertenezca a la misma red (Servired, Euro 600 o 4B). Legalmente el porcentaje máximo que se puede cobrar en las tarjetas de débito en una entidad distinta pero de la misma red es del 2% del capital que se pide, mientras que para las tarjetas de crédito este puede alcanzar el 4%. Si el cajero pertenece a otra red la comisión ya se puede disparar.
- Comisión por descubierto. Se trata de la comisión que la entidad cobra cuando la cuenta alcanza números rojos, es decir, cuando se convierte en una cuenta de crédito. En cualquier caso los intereses a pagar o el tipo de interés deudor no podrá superar en 2,5 veces el tipo de el interés legal del dinero.
- Comisión por reclamación de posiciones deudoras. La entidad financiera también puede cobrar por la de un descubierto o por la demora de un pago (por ejemplo en la hipoteca)
La web del Banco de España dispone de un apartado específico referido a las comisiones donde se pueden encontrar todos los aspectos legales al respecto. En cualquier caso hay que tener en cuenta que el cliente dispone de una serie de derechos que, en caso de vulnerarse, pueden ser motivo de sanción para el banco. Además, la mejora de la oferta bancaria y la mayor facilidad para comparar cuentas corrientes hacen que hoy en día sea más fácil cambiar de banco sin demasiado papeleo, una opción a tener en cuenta.
He estado revisando mi extracto del Santander y teniendo el compromiso comisiones 0 me estan cobrando la comision por descubierto y es una cuenta particular.
No todo lo que brilla es oro
quisiera q den mas fasilidades a los clientes para prastamos para negicios o compras de trasporte publico de segunda mano gracias por darle importancia a mi comentario