Salvo las nacionalizadas, el resto de entidades tendrá hasta junio para evitar el rescate, que supone la renuncia a los dividendos y un esfuerzo global en transparencia.La intervención, que tendrá lugar en cuatro tiempos en función de la gravedad de cada grupo de pacientes, comenzará inmediatamente y debería haber concluido a mediados.
El Memorándum de Entendimiento (MoU), identifica cuatro tipos de entidades.
- grupo 0: es aquel que componen los bancos en los que no se han detectado necesidades de capital ni otro tipo de asistencia (Banco Santander, BBVA y CaixaBank). Estas entidades quedarían fuera del alcance del rescate en septiembre. Este grupo podrá gestionar sus activos mediante las sociedades inmobiliarias que ya poseen, como Altamira, en Santander.
- Entidades en manos del FROB: Bankia, Catalunya Caixa, Novagalicia y Banco de Valencia. Las autoridades españolas comenzarán a preparar los planes de reestructuración o liquidación con la Comisión Europea desde julio en adelante. Se espera que estas bancos tengan las mayores necesidades de capital de todo el sector. De momento se habla de unos 19.000 millones para Bankia y de unos 9.000 tanto para Catalunuya Caixa como para Novagalicia.
- Entidades sin recursos suficientes: el resto de entidades deberá elaborar por su cuenta un plan de reestructuración para octubre, una vez sometidos sus balances al escrutinio de las auditoras, en el que convencer a Bruselas de que son viables. Grupo 2: la Comisión tendrá hasta diciembre para decidir cuáles de ellas serán recapitalizadas con el fondo de rescate y cuáles serán liquidadas de forma ordenada. Todas ellas tendrán que crear un banco malo en el que segregar sus activos. Las cajas medianas como BMN o Unicaja son algunas de las podrían caer en dicha casilla. Bruselas, en todo caso, deja claro que no le gusta el modelo de cajas y apunta a la necesidad de un plan general para que dejen el control mayoritario de los bancos que han creado y trabajen en eventuales planes de salida a Bolsa para su privatización.
- Entidades débiles pero viables: el último de grupos establecidos por Bruselas lo conforman las entidades que, teniendo necesidades de capital detectadas, presenten planes de reestructuración creíbles para hacerles frente en solitario. En dicha división surgen dos subcategorías. Aquellos cuyo agujero sea menor al 2% de sus activos ponderados por riesgo, tendrán margen para lograrlo por su cuenta hasta finales de junio. Para quienes las necesidades sean superiores a ese 2% , la Comisión ha previsto un inyección automática de ayudas públicas en forma de bonos contingentes convertibles (Cocos) que las entidades deben devolver en junio si tienen éxito o que serán convertidas en capital entonces, nacionalizando a las entidades y segregando sus activos en bancos malos.
- En esta categoría estarían Sabadell, que confía en saltar directamente al primer grupo por el esquema de ayudas de la compra de CAM, o Popular, que cuenta con necesitar menos del 2% tras absorber Pastor a pulmón.