La etapa expansiva en el ámbito de los préstamos ha llegado a su fin y cada vez es más complicado conseguir financiación. Si antes las entidades financieras estaban dispuestas a escuchar las propuestas de cualquier clientes y conceder dinero en condiciones no del todo favorables, ahora sólo tienen crédito para los usuarios que de verdad demuestren su solvencia.
Por eso, lo primero que hay que preguntarse antes de acudir acudir al banco es: ¿Cuál es mi capacidad de endeudamiento?. Es decir, determinar hasta qué punto el banco estima que puede endeudarse una persona sin correr el riesgo de hacer en la morosidad. Esta cifra es el dinero que la entidad estará dispuesta a prestar a una persona. Aunque existen pequeñas diferencias en la fórmula que cada banco utiliza para calcularla, hay una norma tácita según la cual no debe superar el 35% de los ingresos netos del cliente.
De esta forma, el banco se asegura que el cliente cuente dinero para cubrir sus gastos mensuales y hacer frente al préstamo. Hay que recordar que la capacidad de endeudamiento no se calcula sobre los ingresos totales, sino sobre la cifra neta. Es decir, lo que una persona gana tras hacer frente a sus gastos fijos como son el alquiler, pago de la hipoteca, otros créditos…
La fórmula matemática resultante sería la siguiente: CE = (IT – GF) x 0,35
Donde
CE.: capacidad de endeudamiento
IT: Ingresos Totales mensuales: la suma de todos los ingresos incluidos rendimientos de depósitos y activos financieros
GF: Gastos Fijos mensuales: hay que tener en cuenta recibos, pagos de tarjetas de créditos y las cuotas de otros préstamos.
Así, por ejemplo, una familia con unos ingresos brutos mensuales de 1.800 euros con unos gastos mensuales fijos de 600 euros podrá afrontar el pago de un máximo de 420 euros mensuales (el 35% de 1.200 euros, que son sus ingresos netos). Esta cantidad es la que le debe servir para calcular la cantidad máxima que podrá solicitar a la entidad financiera.
Conocer de antemano la capacidad de endeudamiento es necesario a la hora de acudir al banco a solicitar un préstamo. En cualquier caso hay que tener en cuenta que este no es el único factor que determinará la cuantía del préstamo, ya que si se presenta algún bien (generalmente la casa) como aval el porcentaje sobre los ingresos netos puede aumentar.
En cualquier caso, muchas entidades financieras ya ofrecen sus propias herramientas de simulación online para que a través de sus ingresos netos los clientes puedan saber de antemano no sólo el capital máximo de financiación sino las condiciones aproximadas del préstamo. Además, hay diversas páginas que también ofrecen esta herramienta como Consumer EROSKI, BolsaCinco o Credifácil.
Un comentario interesante. El problema surge cuando se piden varios préstamos, entonces la fórmula matemática se hace más compleja. Hay gente que se endeuda para pagar otras deudas, y así van…