Nunca es tarde para invertir, o poner en funcionamiento nuestro dinero, sin embargo, siempre es mejor hacerlo en un contexto favorable, y no cuando el mercado nos da la espalda. Este parece que será otro de esos años duros para España.
La amplia gama de productos financieros que ofrecen bancos y cajas de ahorro no vive un buen momento. Además, si le sumamos la nueva fiscalidad, las retenciones impositivas han subido, por lo que ganaremos menos.
Esta situación se ha visto materializada en el segundo mes del año. En su conjunto, las entidades financieras captaron un 2,29% menos en materia de pasivo. Si bien el porcentual parece no asustar, cuando vemos los números, las cosa cambia.
En Febrero captaron unos 41.425 millones de euros en nuevos depósitos, aunque ahora entenderemos lo preocupante de la situación ya que se traduce en unos 1.000 millones menos en comparación con igual mes de 2009.
Muchos dirán que es un problema que afecta a la banca, pero esto es mirar el vaso medio lleno, o medio vacío. El tema es más complejo porque una de las lecturas que podemos hacer es afirmar que los españoles tienen menor cantidad de dinero para ahorrar o para invertir, producto de la crisis.
Esta realidad escapa a la banca, y tiene un contexto más amplio ya que es una consecuencia directa del pésimo momento económico que vive España agravado por otros motivos como los bajos tipos de interés que le quitan atractivo a este tipo de productos, la inestabilidad de la economía y la tasa de paro, que se traduce en una necesidad para una familia de tener un ahorro disponible ante cualquier improvisto.
Un dato que corrobora esta última situación es que en febrero, mientras el caudal de depósitos descendió, las cuentas a la vista tenían un saldo de 310.505 millones de euros, es decir un 14,8% más que hace un año.
¿Qué ocurre con las empresas?
A diferencia de la realidad de las familias, las empresas han apostado por este segmento de ofertas. Los nuevos depósitos captados por la banca y que procedían de las empresas mejoraron un 6,20%. Esto quiere decir que las entidades financieras incrementaron en más de 2.000 millones de euros la captación de pasivo proveniente de este sector.
Si analizamos las cifras en su conjunto, la banca captó 67.592 millones de euros en nuevos depósitos en febrero, pero el saldo total de depósitos descendió en un 0,47%, hasta los 493.294 millones de euros. De este total, 402.287 millones provenían de las familias y 91.007 millones a las empresas.
Si lo vemos por entidades, quienes han liderado el mercado han sido las cajas que captaron 24.260 millones de euros de ahorro de las familias (-4,6%), mientras que los depósitos de las empresas mejoraron un 7,7%.
Detrás se situaron los bancos, que también captaron menos depósitos provenientes de las familias (-1,3%), hasta 11.768 millones, pero elevaron en un 5,7% los depósitos de las empresas, hasta los 13.600 millones de euros.
En cuanto al saldo total, los bancos tenían 107.624 millones de euros procedentes de las familias y 44.217 millones de empresas. Por su parte, las cajas, tenían en febrero un saldo total de depósitos de familias de 255.015 millones y de 40.900 millones de euros procedentes de empresas.
Sin embargo nos surge una pregunta, ¿existe un producto financiero que conlleve menor riesgo que los depósitos?