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Los bonos convertibles: otro producto que hará perder dinero al ahorrador

No es la primera vez que hablamos en Opcionis de los bonos convertibles. Se ha utilizado este tipo de producto de ahorro para canjear de otro aún peor, las participaciones preferentes. Y en octubre de este año va a sufrir una situación de importante pérdida el cliente del Banco Santander que contrato sus famosos Valores Santander, lo que hará que haya muchas visitas de clientes a sus oficinas estos meses.

A un cliente que en los años anteriores a la crisis se le vende un producto “similar” a un depósito, mucho más rentable y que, además, al final se le cambia por unas acciones de un banco líder que valdrán mucho más, es probable que lo compre. Y esto es lo que pasó con los Valores Santander, por ejemplo. Que un particular se crea que las acciones del Santander no van a bajar, es normal. Lo que no tengo claro es si los analistas del banco sabían que iba a pasar lo que ha ocurrido o no. Si no lo sabían, tendrían que despedir a parte de sus analistas; si lo sabían y a pesar de ello colocaron millones en este tipo de bonos convertibles, las cabezas que deberían rodar se sitúan mucho más cerca de la cúspide jerárquica.

Veremos si este banco da alguna solución a pérdidas latentes de más del 30%; para no experimentar esta importante devaluación en el capital invertido, las acciones deberían subir más de un 40% antes de octubre, algo que me temo no se espera que suceda ni en la cabeza de los inversores más optimistas. Un cliente afectado en una ocasión me contestó que su director de sucursal le había dicho que Botín en persona ha afirmado que nadie perderá dinero; lamento admitir que una sonrisa de incredulidad asomó en mi rostro. A estas alturas hay clientes que siguen teniendo fe en sus directores; cuanto menos, sorprendente.

Y no sólo el Santander colocó bonos convertibles, Popular, Sabadell, CaixaBank o BBVA tienen emisiones vivas que vencen el año que viene. Hay recorrido para que las acciones suban, o bajen más.

Cuando uno invierte en productos híbridos entre renta fija o depósitos y renta variable, se arriesga a perder dinero. Es la base de cualquier inversión: a más rentabilidad esperada, más riesgo implícito. No hay que dejarse convencer nunca de lo contrario. El problema es que gran parte de la clientela bancaria no sabía que su sucursal, lejos de asesorarle el producto de ahorro que más le convenía, le estaba vendiendo un producto más. Podemos tachar de ignorantes o confiados a algunos ahorradores, pero muchos otros (y los que más me preocupan son la gente mayor) no podían ni imaginar que se les estaba colocando un producto de riesgo. Y a esta clientela, si la banca no quiere perder la poca credibilidad que tiene, se le debería dar una solución digna.