Bajo la sombra de la salida a bolsa de Bankia, de mayor tamaño e importancia, Banca Cívica también ha salido a bolsa esta semana, aunque ha tenido más problemas de los previstos para poder ‘colocar’ sus acciones entre los inversores, unos problemas que los dirigentes del grupo financiero no se esperaban.
Y es que, aparte de tener que dejar el precio de la OPV en el mínimo de la franja orientativa, es decir, en 2,7 euros por acción, Banca Cívica se ha visto obligada a derivar parte de las acciones destinadas al tramo institucional al tramo minorista, ya que el primero no cubría la demanda necesaria.
La clave del juego, según ha comunicado la CNMV, ha pasado de reducir el tramo institucional del 50% de la oferta hasta el 40%, con lo que Banca Cívica consigue ofrecer una sobredemanda de 1,3 sobre la oferta, y hacer parecer que la salida a bolsa ha sido un éxito.
Por otro lado, ha incrementado el tramo minorista del 48% al 58%, ya que siempre es más fácil de vender acciones a este tramo por tratarse de un sector con menor cultura financiera y que carece de la información necesaria para conocer los entresijos que se mueven en el ‘backstage’ de las entidades financieras. Con ello se ha conseguido una sobredemanda de 2,3 veces sobre la oferta.
El 2% restante, como era de espera, ha ido a parar a los propios empleados de la entidad financiera.