Se había mencionado un rumor acerca de una nueva subida del IVA. Sin duda para muchos el será un ejercicio mejor que el.
La realidad es que el Gobierno no tiene prevista una bajada de las cotizaciones sociales para el próximo año porque la situación no lo permite, ni tampoco una nueva subida del IVA.
Las proyecciones muestran que el será mejor que este año y que se volverá a crecer y a generar empleo. Se están poniendo los fundamentos y la bases de la recuperación donde no se tiene prevista una bajada de las cotizaciones sociales para el próximo año.
Para la tranquilidad de muchos, no hay ningún planteamiento de modificación al respecto, ya que el Gobierno ha llevado a cabo subidas de impuestos en situaciones muy difíciles y ha confiado en poder revertir dichos incrementos en el futuro.
¿Ayuda financiera?
El Gobierno afirma que al día de hoy, se ha decidido no pedir la asistencia financiera que implica la actuación del BCE, aunque ha dejado abierta la posibilidad de hacerlo en el futuro de acuerdo con lo que sea más adecuado para España.
En cualquier caso, de producirse este solicitud de asistencia, no sería un rescate a la portuguesa ni a la irlandesa, sino que se trataría de una intervención del BCE en los mercados de deuda para reducir los costes de financiación de España. En años anteriores, por ejemplo como, España ya fue rescatada cuando el BCE compró deuda española entre agosto y diciembre del año pasado.
España no necesita un rescate, sino que se eliminen las incertidumbres sobre el euro, destacando la mejoría registrada en los mercados a raíz de los recientes acuerdos sobre Grecia, sobre la intervención del BCE y sobre el establecimiento de un supervisor único europeo de la banca.
Ahora bien, independientemente del objetivo de déficit establecido para España, lo principal es que los socios europeos hayan declarado que el país ha tomado todas las medidas necesarias tanto para este año como para el siguiente.
España va a realizar uno de los mayores ajustes entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Es por eso que esta sustancial reducción del déficit, a pesar de que la deuda pública vaya a incrementarse, hace que los que prestan el dinero a España tengan confianza.
A niveles generales, el riesgo más evidente para el, es que la inflación subiera por encima de las expectativas de la Fed, con lo que la Fed se vería obligada a subir los tipos de forma precipitada. A juzgar por el modesto incremento de la rentabilidad de los bonos a largo plazo, los operadores de deuda comienzan a preocuparse por esto.
No obstante, ha habido pocos cambios en la diferencia entre la rentabilidad del Tesoro y la rentabilidad de los valores protegidos frente a la inflación, de lo que se deduce que el hecho de que la Fed falle en sus expectativas de inflación no supone una preocupación.