Los gastos operacionales son una de las mayores variables a controlar dentro de la estructura de gastos globales de una compañía. Entenderlos y saber medirlos es fundamental para el desarrollo de nuestra empresa, a lo largo de estos párrafo vamos a analizar qué son exactamente, para qué sirven y qué tipos hay de gastos operacionales.
Gastos operacionales – ¿qué son?
En todo proceso productivo (industrial o de servicios) intervienen una serie de elementos en forma de capital, trabajo u otro tipo de activos materiales e inmateriales.
A estos elementos se les llaman factores de producción, dichos factores se obtienen del exterior y quedan reflejados como un coste para la empresa.
De la utilización de estos factores de producción, a los que podríamos llamar “imputs” y aplicando un esquema productivo que es variable en cada sector y cada empresa surgen productos o servicios acabados (“outputs”).
Bien, entonces podemos definir los gastos operacionales como “aquellos que son inherentes al citado esquema productivo para conseguir los productos acabados (tratándose de una empresa industrial) o servicios (que no son más que productos intangibles)”. A los gastos internos para su transformación en producto acabado habría que sumarles aquellos necesarios para la obtención de los factores productivos.
Más sencillamente: los gastos operacionales, son aquellos costes necesarios para el desarrollo normal de nuestra actividad.
Gastos operacionales – ¿para qué sirven?
Los gastos operacionales son fácilmente detectables debido que, a pesar de ser sustituibles y/o reducibles (en la mayoría de los casos por medio de tecnología más avanzada), no pueden ser eliminados sin que afecte al funcionamiento corriente de nuestro negocio.
Pongamos este sencillo ejemplo:
Decidimos fabricar una página web. Además de los costes de compra del dominio nos encontraremos con un coste interno en la fabricación como es el tiempo empleado en su elaboración, (ya sea el nuestro propio o el pagado a un profesional).
Sin embargo el interés pagado por el préstamo concedido para la compra y el montaje no está directamente ligado al proceso. Es decir, puede ser prescindible (si tuviésemos el capital o pudiésemos conseguirlo de otras fuentes) y no afectaría al buen desarrollo de nuestra actividad.
Se puede observar que en este tipo de costes el tiempo empleado en trabajo suele estar representado en alto porcentaje, puesto que muy pocos procesos suelen estar totalmente mecanizados.
Gastos operacionales – tipos
Podríamos citar los gastos operacionales en grandes bloques, aunque dependiendo del sector en el cual nos movamos y las estrategias empresariales pueden variar:
- Partidas de compras: ya sean materias primas, u otro tipo de productos que intervengan en el proceso productivo.
- Partidas de servicios exteriores: tales como arrendamiento de maquinaria, suministros, etc.
- Servicios independientes: esta partida únicamente computará cuando los servicios estén ligados directamente al proceso productivo (ejemplo: un asesor fiscal no sería considerado como un gasto operacional).
- Partida de gastos de personal: los gastos de personal suelen estar íntimamente conectados con los gastos operacionales puesto que cada trabajador, de cada departamento (incluyendo las áreas administrativas y comerciales) suele aportar valor al proceso productivo.
La contabilidad que se ocupa de la representación, medición y valoración de los gastos incurridos en procesos de transformación de materias primas en productos acabados o servicios, en el ámbito interior de la organización; se le llama contabilidad interna, contabilidad analítica o contabilidad de costes.
Aunque los gastos operacionales sean relativamente fáciles de detectar y clasificar, su medición y control será de suma importancia para la competitividad de nuestra empresa.