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Futuros Financieros – ¿Qué son los Futuros Financieros?, ¿Cuáles son sus características?

Los futuros financieros son instrumentos derivados. Pasamos a un nivel más en el mundo de las inversiones para adentrarnos en el maravilloso mundo de los derivados financieros. Se denominan derivados debido a que estos contratos “derivan” de un instrumento financiero que cotiza en los mercados. Puede ser una acción, un bono, un lote de barriles de petróleo, oro, café, un índice, etc. La cuestión es que sobre un determinado instrumento cotizado se realizan contratos a plazo, eso son a groso modo los futuros financieros.

Futuros Financieros – ¿Qué son exactamente los Futuros Financieros?

Los futuros financieros nacieron sobre la compraventa de materias primas, como instrumento para cubrir el riesgo.

Tienen su antecedente en los llamados contratos “forward”, o contratos a plazo. En estos contratos un comprador y un vendedor formalizaban una compraventa de un instrumento con una entrega posterior pero el precio quedaba fijado desde la firma.

De este modo el comprador del contrato pagaba un precio determinado por una materia que podía ser más cara o más barata cuando llegase la fecha de entrega. Es decir, asumía el riesgo de la fluctuación en la cotización.

Desde el punto de vista del vendedor el riesgo quedaba eliminado, puesto que vendía su mercancía a un determinado precio, sin preocuparse de que las fluctuaciones en el mismo le hiciesen vender posteriormente su materia prima a un precio más barato.

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Pongamos un ejemplo:

“Mr. Smith tiene una plantación de naranjas en California, su producción depende de la climatología y no sabe como esta podrá estropear su cosecha futura.

Por otro lado Mr. Anderson desea especular con ese riesgo, así que le propone a Mr. Smith el comprar su producción anual de naranjas. Aunque las naranjas no estén todavía recolectadas fijan un precio y quedan que la entrega se producirá en 6 meses, cuando llegue la recolección.

Mr. Smith se asegura que pase lo que pase las naranjas están vendidas, eliminando así el riesgo de que las naranjas sean más baratas de lo que intuyó debido a una sobreoferta. O bien que se le estropee la producción debido a las causas climáticas.

Mr. Anderson sabe que ha obtenido un buen precio e intuye que dentro de 6 meses podrá vender esas mismas naranjas a un precio superior. Es decir asume el riesgo”.

De los Forwards a los Futuros

Esto es un ejemplo muy simple de lo que sería un contrato “forward”, en los cuales se basan los contratos de futuros financieros.

Sobre un activo real como son las naranjas han elaborado un contrato a plazo. Un contrato derivado sobre un activo subyacente.

Ahora bien, que ocurre si el comprador (en nuestro ejemplo Mr. Anderson) decide que quiere deshacer la operación. Puede tener varios motivos como necesidad de dinero en efectivo o un cambio en sus expectativas de ganancias.

En este caso deberá vender ese mismo contrato. Como ocurre con el precio de las acciones, el contrato de futuros puede tener un valor en el mercado distinto al precio original de formalización. Es decir, el contrato forward cotizará por cuenta propia en función de cuáles sean las expectativas sobre el activo subyacente. Cuando esos contratos cotizan por cuenta propia en una Bolsa o mercado organizado pasan de ser contratos de forward a ser futuros financieros.

Futuros Financieros – Características de los Futuros Financieros

Como he comentado anteriormente, existen futuros sobre toda clase de instrumentos reales y financieros. Podemos encontrar futuros sobre índices bursátiles, acciones, divisas, materias primas e incluso bonos.

Son instrumentos que cotizan en mercados organizados, al margen de la cotización de su activo subyacente.

Pero para que un contrato sea fácilmente intercambiable y pueda ser negociable tiene que tener una serie de características, vamos a analizarlas:

El activo subyacente

Es el activo financiero sobre el cual se realiza un contrato de futuros. Su precio en el mercado es independiente al de futuros pero existe una gran correlación entre ambos.

Tamaño del contrato

El contrato de futuros debe tener un tamaño estandarizado. Por ejemplo los contratos de futuros sobre acciones españolas suelen ser contratos a plazo sobre 100 acciones.

Cada activo subyacente tiene un tamaño distinto estandarizado para realizar un contrato de futuros. Pero es importante que el tamaño sea el mismo en cada subyacente para que tengan las mismas características. El tamaño está fijado en la normativa de Mercados de Derivados donde cotiza.

El vencimiento

Al igual que el tamaño, el vencimiento suele estar fijado, son fechas estándares referentes a un día concreto del mes.

Suelen ser el tercer viernes de cada mes o hay contratos de futuros que vencen el tercer viernes de cada trimestre.

La Cámara de Compensación y los depósitos de garantía

Ahora es cuando viene lo interesante de invertir en futuros financieros.

Cuando una persona compra un futuro no tiene que pagar el 100% del contrato. Puesto que como el contrato es de entrega a plazo, se fija el precio, pero no se desembolsa hasta su entrega.

Para ello existe una Cámara de Compensación que es un intermediario oficial. Su misión es evitar un incumplimiento de contrato. Asegurando el cobro y la entrega.

A la hora de comprar  o vender un contrato de futuros, la Cámara de Compensación exige una garantía inicial, además de garantías extraordinarias en los casos en que la cotización vaya en nuestra contra. La garantía inicial puede ser un 2% o 3% del precio del contrato.

Para concluir con las características de los contratos de futuros financieros, únicamente decir que cómo son instrumentos a plazo se pueden vender sin necesidad de poseer el activo subyacente. Eso da opciones muy interesantes a los bolsistas que prevean una caída en los precios.

Por ejemplo:

“Creemos que las acciones de Telefónica van a sufrir un fuerte retroceso. No tenemos acciones de Telefónica y tampoco es momento para comprarlas. Pero sí que podemos aprovechar esa caída acudiendo al Mercado de Futuros Financieros español y vendiendo un contrato de 100 acciones sobre Telefónica (o varios contratos). Antes del vencimiento compraremos la misma cantidad de contratos a un precio más barato (puesto que la cotización del subyacente ha caído) y de esta forma desharemos nuestra posición. Ganando a la baja con la caída de la acción.”

Los futuros financieros, como cualquier otro derivado tiene mucha más flexibilidad que invertir en el mercado normal de contado. Pero también conlleva más riesgo. Está reservado para inversores más experimentados.

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