La rivalidad y las complicaciones que existen entre elegir las posturas de mejorar el flujo de efectivo contra la de alentar al crecimiento del patrimonio neto donde figuran las ganancias o ingresos netos como estandartes, tienen años en contraposición, y dependen de la estrategia adoptada para determinar cuál de las dos es preferible.
¿Cuál de los dos prefieres tener? ¿Alto flujo de caja o rendimientos netos elevados?
Antes de decidir, vamos a definir ambas cosas. El flujo de efectivo es la diferencia entre las entradas y salidas de caja. Mientras que por otra parte, el patrimonio neto es el total de activos menos los pasivos totales de una persona o empresa.
En este caso, debemos tener en cuenta que acabamos de realizar una explicación simplificada de términos contables, donde obviamos a otras cosas puntuales como la amortización y los impuestos. Para nuestro propósito aquí es suficiente.
A continuación, un ejemplo de Patrimonio Neto:
Activo
- Casa: 100.000
- Coches: 10.000
- Efectivo: 5.000
Pasivo
- Hipotecas: 80.000
- Préstamos: 5.000
- Tarjetas de crédito: 5.000
En el ejemplo anterior, el patrimonio neto de 25.000 (115.000 menos 90.000). Si deseamos crear un patrimonio neto más alto, se deben adquirir más activos y reducir los pasivos.
Ahora, un ejemplo de Flujo de fondos:
Ingresos
- Sueldo neto: 2.000
- Cónyuge: 2.000
- Ingresos por alquiler: 300
Gastos
- Gastos varios: 1.000
- Automóvil: 500
- Entretenimiento: 500
- Alimentos: 500
El flujo de efectivo es de 1.800 (4.300 menos 2.500).
Ahora debemos saber en realidad cuál es nuestro objetivo. Dado que si el objetivo es elevar el patrimonio neto, debemos buscar hacernos de ingresos o ganancias netas.
¿Cuál es el peligro de sólo mirar el patrimonio neto?
- En primer lugar, si algún día nos deshacemos de los activos que generan ingresos. Si no hay cambios inesperados en los ingresos o gastos, es decir en el flujo de efectivo, podríamos estar en problemas. Por ejemplo, si uno de los cónyuges renuncia o es despedido, terminará con un déficit de 200… Este déficit tendrá que venir de su activo, se reducirá su dinero en efectivo, o tiene que vender sus automóviles o incluso su casa. De lo contrario, su estilo de vida necesita un ajuste. No hay entretenimiento o se cortarán ciertos gastos de alimentación. Cosa poco deseable.
- Asimismo, dentro de su patrimonio puede poseer activos que se deprecian o que nadie los quiere. Digamos que tiene un coche que compra para 5.000. Si quiere vender el coche y el valor de mercado es de 2.500 el coche es realmente digno de 2500, aunque en el papel diga que vale 5.000. Algunos activos no valen nada con el tiempo.
- Todo depende de sus ingresos o su capacidad para ganar dinero. Si es un contratista profesional por cuenta propia o independiente, en el momento que se detienen sus ingresos, deberá saber que puede que tenga que ajustar su cinturón. Por otro lado, si tiene un flujo importante de efectivo positivo, se podría canalizar ese dinero para comprar los activos de generación de ingresos, o reducir sus pasivos.
En conclusión, podríamos preguntarnos lo siguiente: ¿tener un elevado patrimonio es algo malo y un flujo de caja alto es algo bueno? Pues la respuesta será: depende. Con alto patrimonio, en función de lo que se posee, podemos convertir los activos inmovilizados en activos que generen ingresos. Si tiene “nada” es decir, cero patrimonio neto, le será más difícil.
Cuando se mira en su bienestar financiero, comprobar tanto su patrimonio neto y su flujo de efectivo es la idea clave de este artículo. Buscar formas de aumentar el flujo de efectivo y convertir alguno de los activos para generar mayores ingresos no es nada desdeñable si quiere perdurar en las finanzas.