Opcionis.com

¿Existen diferencias entre un préstamo y un crédito?

Aunque normalmente las utilizamos como sinónimos en la realidad se refieren a productos financieros parecidos pero con notables diferencias. En realidad son dos fórmulas para obtener dinero pero estructuradas de maneras distintas tanto en las cuantías que suelen ofrecer como en la forma de pago. Por eso, no es lo mismo acudir al banco en busca de crédito que ir a pedir un préstamo.En un préstamo la entidad financiera pone a disposición del cliente una cantidad fija de dinero que este deberá devolver en un plazo de tiempo acordado y con unas comisiones e intereses determinados. Por el contrario, en el caso de los créditos la entidad pone a disposición del cliente una cantidad de dinero máxima de la que este podrá o no disponer según su necesidad y generalmente sólo pagará intereses por el capital utilizado. Además, en muchos casos se puede renovar el crédito, ampliar el máximo disponible y, sobre todo, reutilizar el capital reembolsado.

La disposición de dinero es bien diferente entre los préstamos y los créditos, algo que también ocurre con el capital máximo que se concede a través de cada producto. A través de un préstamo es posible obtener más dinero que mediante un crédito porque está configurado como una producto a medio-largo plazo frente al corto-medio del crédito.

También existen grandes diferentes sobre los intereses de cada uno. Los tipos de interés de los préstamos suelen ser más bajos, también porque la vida del producto y la cuantía son mayores. Mientras, los créditos, especialmente a través de tarjetas de crédito, cobran unos intereses más altos aunque también tienen sus ventajas a la hora de acudir al banco. De hecho, los requisitos para obtener un crédito son mucho menores que en el caso de los préstamos, sobre todo de los hipotecarios.

Además de para adquirir una vivienda los préstamos suelen utilizarse para compras de mayor valor como vehículos. Mientras, los créditos son una buena herramienta para pequeñas compras y sobre todo para trabajadores autónomos y empresas, ya que disponen de un dinero por el que no pagan hasta que lo utilizan y sobre el que sólo pagarán intereses por el capital prestado, no por el total disponible.