Los fondos de inversión son un producto financiero de ahorro que nos permite invertir parte de nuestro capital en Bolsa y otros mercados, aprovechando la pericia de gestores profesionales y una diversificación que solos no podríamos conseguir. Esta es la teoría, al menos.
Si tenemos 3.000 euros y queremos invertir en acciones españolas, podemos comprar directamente valores en el mercado. Sin embargo, con este capital no podremos comprar demasiadas acciones diferentes, con lo que nuestra cartera estará muy poco diversificada y dependeremos de muy pocos valores. Si además no somos expertos inversores, el desastre está casi asegurado.
Sin embargo, mediante la compra de 3.000 euros en participaciones de un fondo de renta variable española, estaremos comprando pequeñas partes de una gran cartera (de millones de euros), con lo que tendremos un trocito de una gran variedad de acciones. Y además se supone que sus gestores serán mucho mejor inversores que nosotros.
Cada fondo invierte en diferentes mercados y productos, según una política de gestión anunciada. Hay fondos de renta fija, variable, que invierten en Europa, en países emergentes o incluso en depósitos a plazo fijo (los fondepósitos). En base al riesgo que estamos dispuestos a asumir, elegiremos uno u otro tipo de inversión.
Todo suena muy bonito hasta que nos enfrentamos a la realidad. Hay muy buenos gestores, sin duda, pero la verdad es que hay muchos bastante mediocres (al menos a tenor de la rentabilidad que acaban ofreciendo a los clientes de sus fondos). Veamos por ejemplo los mejores fondos españoles de renta variable por rentabilidad a 5 años (anualizada):
- Aviva Espabolsa FI: -1,78% de rentabilidad anualizada en 5 años.
- Aviva Espabolsa 2 FI: -2,54%
- Mirabaud Funds Equities Spain FI: -2,91%
- CS Bolsa FI: -3,00%
- Bestinver Bolsa FI: -3,79%
Todos nos harían perder dinero si la inversión hubiera sido realizada hace 5 años. Y estamos hablando de los mejores fondos, los peores llega a perder un 14% cada año. Pese al argumento de la crisis, no deja de ser muy triste que ningún fondo de Bolsa sea capaz de hacernos ganar ni un euro.
Con estos pésimos resultados para el ahorrador, no es extraño que hayan ido perdiendo fondos días a día en favor de otro tipo de producto, sean depósitos a plazo fijo o deuda pública, cuya seguridad es mucho más alta y sus rentabilidades muy interesantes.
Las entidades financieras y las gestoras de fondos, para tratar de parar esta sangría, han tirado de los fondos de inversión garantizados. Con el argumento de que están garantizados, se trata de colocar este producto (de riesgo) al ahorrador moderado que sólo quiere depósitos a plazo fijo. Una vez más nos encontramos con muchos casos en que prevalece la política comercial a las necesidades y preferencias de los clientes.
Los fondos garantizados, en su mayoría, sólo nos aseguran que al vencimiento (que suele ser de más de 3 años) recibiremos el mismo capital invertido. Sin embargo los intereses no suelen estar asegurados, con lo que nos arriesgamos a tener el dinero parado varios años y no recibir ni un euro en contrapartida. Además hay otro riesgo importante: si necesitamos el dinero antes del vencimiento, tendremos que vender a precio de mercado, pudiendo perder parte del capital.
Entre los mejores fondos garantizados hay algunos que nos ofrecen rentabilidades interesantes a 5 años, con rentabilidades cercanas al 4%. Sin embargo, los peores fondos garantizados nos habrían hecho perder dinero si hubiéramos vendido antes del vencimiento Mirando rentabilidades anualizadas a 3 años, vemos que algunos ofrecen pérdidas cuantiosas:
- Barclays Garantizado Europa FI: -14,23%
- Caja Madrid 1 Ibex FI: -6,18%
- Fondmafre Garantizado 911 FI: -6,14
- Cantabria Crecimiento Gar. 2 FI: -4,19%
- Fondespaña Bolsa Europea Gar. II FI: -3,66%
Con estos ejemplos de los peores de su categoría, queda claro el principal riesgo de un fondo garantizado: perder dinero si necesitamos liquidez. No escuches los cantos de sirena de tu director de banco; un fondo garantizado no se parece en nada a un depósito a plazo fijo.