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¿Depósitos o cuentas remuneradas?

Aunque las cuentas no dejan de ser un depósito a la vista, existen diferencias entre lo que comúnmente entendemos como un depósito bancario y una cuenta remunerada. De hecho, tras librar una guerra a tumba abierta en el mercado de los depósitos, las entidades financieras han desplazado el lugar de batalla al ámbito de las cuentas remuneradas.

En un momento en el que conseguir un crédito se ha convertido en una tarea más que complicada, los bancos y cajas de ahorro tratan de hacerse con el llamado pasivo de los clientes. Es decir, el dinero que no está invertido en bolsa sino que se encuentra depositado en los bancos. Las principales diferencias entre los depósitos y las cuentas remuneradas radica en su rendimiento (beneficios) y en el plazo de la inversión.

En este sentido, las cuentas remuneradas son depósitos a la vista. Funcionan como una cuenta corriente de la que es posible retirar el dinero o realizar una transferencia en cualquier momento y sin necesidad de notificación previa. Por el contrario, los depósitos suelen estructurarse a plazo, lo que implica que existe un periodo de vencimiento previamente establecido que hay que respetar.

Al final, un depósito obliga al usuario a invertir una determinada cantidad durante un tiempo preestablecido sin posibilidad de tocar ese dinero. En caso de hacerlo, perdería el rendimiento generado por ese capital. Mientras, las cuentas remuneradas sí permiten disponer de ese dinero. En cualquier caso, ambas son dos opciones de ahorro conservadoras con rentabilidades seguras pero modestas.

La rentabilidad de los depósitos varía en función del tiempo de permanencia. Así, cuanto mayor es el periodo de permanencia mayor es la rentabilidad, que suele medirse según el TAE. Para los depósitos a un mes, también llamados de alta rentabilidad, puede oscilar entre un 10% y un 11%, en tanto que para los de tres meses al horquilla es del 7% al 6% y para los de seis meses entre el 5,5% y el 4,5%.

Por su parte, las cuentas remuneradas sólo ofrecen una rentabilidad interesante durante los primeros meses. Actualmente iBanesto e ING compiten por ofrecer la más rentable con un interés del 6% TAE durante los primeros cinco meses. El problema es que a partir de ese momento el rendimiento se reduce al 3% en el mejor de los casos. De todas formas, sigue siendo un buen lugar donde tener un dinero al que el cliente desea tener acceso inmediato, ya que este tipo de cuentas, generalmente online, no suelen cobrar comisiones. Lo malo es que en muchas ocasiones tampoco permiten la domiciliación de recibos o no emiten tarjetas de crédito.