Sabemos muy bien que ahorrar dinero no es tarea fácil dado que nos cuesta trabajo, pero más que nada es costoso el hecho de generar el hábito necesario, y todo debe comenzar mediante un presupuesto de gastos y destinar una proporción del ingreso a imprevistos, o fijar algún objetivo claro a corto, mediano o largo plazo.
Lamentablemente, uno de los primeros errores que cometemos los ahorradores es dejar que el dinero se acumule bajo el colchón dado que lo consideran más seguro dentro de casa. Según indican estudios realizados en el continente, cinco de cada 10 personas ahorran, pero sólo una de cada 10 lo hace a través del sistema financiero formal. Aún existen muchas alcancías que son los medios relevantes de ahorro, y aunque representan un esfuerzo, estas opciones no otorgan rendimientos.
Las ofertas para que nuestro dinero empiece a trabajar son muchas y variadas, y el grueso de la gente no busca vehículos de inversión por falta de conocimiento de cómo funcionan los productos y los diferentes niveles de riesgo.
No olvide que siempre para obtener la opción ideal para los ahorradores dependerá de su perfil de riesgo, pero para uno de índole inicial, puede sentirse cómodo con las cuentas remuneradas, pues los activos captados por este tipo de instituciones están respaldados por el Banco de España.
Sin embargo, debes tener en mente que los rendimientos ofrecidos por estos instrumentos pueden ser bajos o bien competir contra los mejores depósitos del mercado, por ello debemos estar bien atentos a las ofertas, sabiendo que muchas de ellas son únicamente temporales. Siempre es necesario analizar la TAE, la Tasa Anual Efectiva, dado que será el rendimiento final que obtendremos a finalizar el año.
A continuación, 3 puntos de gran importancia para evaluar dónde invertir o ahorrar nuestro dinero:
El rendimiento debe ser mayor que la inflación
Esto es de gran importancia y siempre debe ser de esta manera dado que si queremos comprar un bien que cuesta 100 euros, pero en vez de hacerlo, invertimos el dinero con una opción que da un rendimiento anual de 2%. Al final del año tendremos 102 euros y tu dinero habrá crecido. Sin embargo, lo triste es que cuando veamos que existe una inflación (que supongamos es de 3.55%) el precio del bien luego del mismo lapso será de 103.55 euros y ya no nos alcanzará.
¿Qué cuestiones debo mirar para elegir?
Pese a que los bancos tengan altas calificaciones y reputación, el contrato y folleto es donde debemos poner más atención antes de depositar dinero en un producto, pues entre las observaciones más recurrentes destacaba la difusión de la TAE, sin detallar montos o plazos, algo así como: “Nuestro banco te ofrece rendimientos anuales de hasta 5%”.
En este sentido, seg’un se lo mire, un 5% puede ser mucho o poco de acuerdo si es una tasa efectiva o nominal o si es una rentabilidad anual o superior.
Nunca dejar de lado las comisiones
Cuando una institución desea vender un producto, lo que hace en primer sentido es diseñar una estrategia donde se exalten las ventajas y desaparezcan cuanto pueda la información acerca de los costos de operación y comisiones.
En este lugar es donde el inversor o ahorrista debe poner de su parte y conocer los montos y pagos mínimos para generar comisiones e intereses.
Por ejemplo, tu banco puede ofrecerte un buen rendimiento, pero sujeto a que mantengas un saldo promedio en tu cuenta, o de lo contrario, el costo del manejo y la comisión de saldo mínimo podrían empezar a consumir tu dinero.
No olvidemos que las cuentas remuneradas son un tipo de productos donde se basa todo en la seguridad de tus recursos, pero si deseas una inversión que te genere más rendimientos, necesitas tener claro tu objetivo y el nivel de riesgo que puedes soportar. La siguiente opción es un fondo, un seguro con inversión o incluso comprar acciones en el mercado de valores.