Pues a todos nos ha faltado dinero alguna vez. Quien me lo niegue, quisiera que crea que algún día seguramente necesitará más de lo que tiene en sus bolsillos y cuentas corrientes. Por esta razón se han inventado los créditos, así como también los préstamos.
Antes de empezar a hablar de las formas de obtención de créditos, es importante saber que a pesar de que en muchas oportunidades se hable indistintamente de Créditos y Préstamos, en realidad se trata de contratos diferentes. En este sentido, los créditos, mediante un contrato bancario, el cliente puede ir disponiendo del dinero facilitado por la entidad de crédito a medida que lo vaya necesitando. En cambio, cuando hablamos de préstamos, el cliente recibe el dinero de una sola vez, al inicio del contrato, obligándose a su devolución en los plazos e importes preestablecidos en el plan de amortización.
Ahora bien nos preguntamos, ¿cómo conseguir un crédito?
Sabiendo que las formas de hacernos de un crédito son variadas y que no tiene grandes complicaciones, debemos estar atentos a la existencia de ciertos requisitos a cumplir para que la entidad bancaria o de crédito pueda otorgarlo, quien será la que decide si nos otorga o no el dinero.
Es normal, según los requerimiento generales que se solicitan, que la entidad bancaria estudie la situación de cada cliente antes de conceder un crédito, con lo cual evaluará aspectos como:
- Situación en las listas de morosos, como Asnet -Equifax o RAI
- Periodicidad de ingresos recibidos
- Situación financiera actual del cliente: deudas, prestamos personales, tarjetas de crédito, etc.
- Si tiene o no su nomina domiciliada, lo cual aumenta la posibilidad de que se le conceda el crédito
- Si esta dispuesto a contratar un seguro de amortización del crédito
Tras analizar esto, se evalúa lo siguiente:
- Monto solicitado
- Estabilidad de ingresos
- Cumplimiento de periodicidad de nuestros ingresos
Con esto sobre la mesa, se determinará la cantidad de dinero, plazo y tasa que tendrá nuestro crédito. Es decir que, aunque el cliente cumpla con los requisitos, la entidad será quien decida a quien le prestará o no el dinero.
Pero también nos olvidábamos de algo. Debemos ver para qué es nuestro crédito. Es decir, no será lo mismo lo que se nos requiera en caso de querer un crédito hipotecario o un crédito para el consumo. En este sentido, estos últimos no serán gran problema a la hora de conseguir financiación.
¿Cómo conseguir crédito en los tiempos que corren?
Aunque la fórmula de contratar un crédito para consumo era la más usada, es importante saber que tranquilamente se puede recargar o ampliar la hipoteca para disponer de efectivo a un menor precio, debido que el tipo de interés hipotecario es menor que el de los créditos al consumo y ni hablar de los famosos créditos rápidos.
Si esto no le convence, puede optar por los créditos rápidos, que permiten obtener dinero en poco tiempo y con casi nada de trámites o requisitos. Eso si, los tipos de interés rondarían o superarían el 20%. Dinero fácil pero muy caro, digamos que la TAE es excesiva.
Por último, si aún no está conforme, puede hacerse de dinero con la financiación de las tarjetas de crédito. Aunque si el objetivo es palear la crisis, no olvidemos que el empeño de materias primas (oro, plata, joyas, etc) es de gran ayuda porque mantienen e incluso aumentan su valor.