A estas alturas sobra la necesidad de explicar los motivos por los que es necesario buscar algún modelo de ahorro a futuro complementario para las pensiones públicas de jubilación. En este contexto se trata sólo de acertar con el modelo de ahorro, y dentro de esto, resulta muy importante tener claro cómo elegir bien un plan de pensiones si se va a optar por esta opción.
Durante mucho tiempo (demasiado) la consideración generalizada sobre los planes de pensiones no era excesivamente correcta, se veía más el producto como un instrumento de desgravación, en muchos casos asociado la vinculación con el banco por exigencia para la mejora de otros productos, y en cualquier caso, un producto muy largo plazo al que no prestar excesivamente atención.
Cuando se calcula que un elevado porcentaje de quienes poseen planes de pensiones no son capaces de situar el modelo de inversión en el que se desenvuelve su producto, lo que hacemos es sin duda reflejar la realidad de una importancia relativa concedida por los usuarios con respecto a otros productos financieros, y sin embargo, obviamente esto es un error de bulto.
Tal vez te podamos aclarar dudas en este post sobre si es necesario o no contratar un plan de pensiones
Lo que no hay que hacer para elegir bien un plan de pensiones
Si, resulta casi más esclarecedor tener claro lo que no hay que hacer para elegir bien un plan de pensiones que lo contrario, sobre todo porque en buena medida han sido prácticas habituales durante los últimos años.
En primer lugar no hay que elegir estos productos de manera obligada por vinculación o similar, y en todo caso de hacerse siempre debe ser mirado con lupa, comprendidas las condiciones de lo que se nos propone y manteniendo un control constante sobre el plan de pensiones en concreto.
En este artículo reflexionamos sobre los fondos de inversión como alternativa a los planes de pensiones.
Contemplar el plan de pensiones exclusivamente como un instrumento desgravación, aun siendo en parte una realidad y una verdad evidente, no es del todo una buena idea, en el fondo si este es el único criterio que nos mueve desaprovechamos una parte fundamental de estos productos como es la posibilidad de rentabilidad.
Tampoco resulta interesante contratar productos exclusivamente por impulso comercial o marketing, en los productos financieros en general la regla que dice que los usuarios no son iguales en ningún caso se aplica de manera exacta a lo que un producto puede ofrecer a uno u otro, y, donde un plan de pensiones puede ser eficaz para un tipo de usuario para otro puede ser totalmente desastroso.
Eligiendo bien el plan de pensiones
Una buena elección de un plan de pensiones en primer lugar tiene en cuenta el momento en el que se realiza la contratación. Esto es básico ya que nos va a permitir calcular la distancia con la jubilación y en función de esta distancia programar el desarrollo del producto en diferentes fases, una fase inicial a larga distancia de la jubilación de apuesta por la búsqueda de rentabilidades asumiendo riesgo, una zona intermedia donde vamos graduando el riesgo contra una menor rentabilidad pero mayor seguridad, y una zona final, cercana la jubilación, donde ya deseamos consolidar lo obtenido y apostaremos por un producto más sólido que no asuma riesgos.
También una buena elección de un plan de pensiones tiene que ver con las condiciones generales del producto, y aquí no sólo vamos a incluir lógicamente los costes y comisiones que puedan derivarse, sino otros elementos como el nivel de información, la posibilidad de interacción entre el usuario y la entidad para los movimientos y configuración del producto, y, en general, todo lo que ayude a controlar nuestra inversión y ahorro.
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