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Claves para invertir en el Ibex 35

El IBEX 35 reúne a las compañías cotizadas en la bolsa española con mayor capitalización y en cierta forma resume la salud del tejido empresarial del país. Para invertir en él se pueden comprar acciones o bien se puede operar sobre el precio del selectivo a través de instrumentos financieros como los CFDs.

Existen diferentes formas de invertir en un país y una de las más recurrentes es comprar acciones de sus empresas. En cada país existen muchas compañías que cotizan en bolsa y tienden a agruparse en torno a índices, bien por sectores o por su tamaño. En España este índice es el Ibex 35.

En cierto sentido, invertir en el Ibex 35 debería ser como hacerlo en todo el país o por lo menos en la élite empresarial del mismo. No en vano, el Ibex reúne a las 35 compañías de mayor capitalización bursátil del país -las que más dinero valen en bolsa. Se trata de un índice ponderado, en donde el peso de cada representante no es el mismo. A efectos prácticos, las cinco grandes, a saber, Telefónica, Santander, BBVA, Repsol e Inditex, podrían mover la cotización del Ibex arriba a o abajo independientemente del comportamiento de las otras 30.


Cómo invertir en el Ibex 35

Existen diversas maneras de invertir en el Ibex 35: por ejemplo, se puede invertir directamente en valores o títulos de sus empresas mediante la compra de acciones, una de las formas más tradicionales de inversión bursátil en la cual el inversor es propietario de las acciones por un periodo de tiempo, hasta que decida venderlas. Las empresas retribuyen a sus inversores o accionistas a través del pago de dividendos.

Otra forma de invertir en el IBEX 35 y que ha crecido en la última década en España es la operativa por contratos por diferencias, instrumentos financieros conocidos como CFDs (según el acrónimo en inglés). A diferencia de la compra de acciones, con los CFDs se puede invertir sobre los precios de los activos, sin ser propietario de los títulos.

El trading de CFDs permite abrir un contrato para operar sobre el precio del índice, incluso por una sesión, por ejemplo es posible abrir un contrato por la diferencia entre el precio de apertura y de cierre del subyacente. Si el inversor piensa que el Ibex va a subir, puede abrir posiciones largas con un “bid”, y si piensa que va a bajar, puede abrir posiciones cortas con un “offer”.

Para iniciarse en el trading de CFDs sobre índices es posible hacerlo usando una herramienta como el apalancamiento, por la cual se adelanta un depósito inicial menor a la cantidad real que se está moviendo en el mercado. Como el riesgo de pérdida puede exceder el depósito inicial, es muy importante que los inversores de CFD realicen una adecuada gestión del riesgo, con órdenes de stop, por ejemplo. Por la complejidad de los CFD, es clave formarse a través de seminarios y probar una cuenta de demostración antes de abrir una posición en el mercado real.

Con los CFDs no sólo se puede operar sobre índices, sino que se pueden operar sobre materias primas, el mercado de divisas o Forex, en binarios, opciones, bonos, tipos de interés, entre varias opciones. Se trata de una herramienta muy flexible que sobre todo permite llegar a más con menos capital sin las restricciones de la inversión pura y dura en acciones, por ejemplo.

Otra forma de invertir en mercado español con CFDs es mediante ETFs, acrónimo de Exchange Trade Fund. Se trata de fondos cotizados, que básicamente son fondos de gestión pasiva con reducidas comisiones que tratan de replicar el comportamiento de un determinado índice o de un sector concreto. Su funcionamiento es similar al de las acciones, ya que se pueden comprar o vender en cualquier momento.

Estas son sólo dos alternativas para invertir en el Ibex, pero no las únicas. Además, una no es excluyente de la otra y es posible comprar acciones de las empresas españolas que cotizan en bolsa o de los sectores que consideremos estratégicos y combinarlas con un CFD sobre el Ibex, por ejemplo. Y es que una de las claves de toda buena inversión es aprender a diversificar, tanto en el tipo de activo como en el vehículo de inversión.

Recuerde que los CFDs son un producto financiero complejo. Se trata de un producto apalancado cuyas pérdidas pueden exceder el depósito inicial. Los CFDs pueden no ser adecuados para todos los inversores.

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