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Buscar la mejor oferta, no la más cómoda

En materia de productos financieros, como en la mayoría de los aspectos de la vida cotidiana, es más fácil optar por lo más cómodo que por aquello que significa esfuerzo. Sin embargo, cuando hablamos de nuestra economía, una decisión rápida, puede costarnos caro.

La mayoría de los usuarios se inclina por escoger un producto o servicio que no le insuma mucho tiempo el averiguar las condiciones, y menos, la formalización del mismo. Este es un grave error. Si bien a nadie le gusta perder tiempo buscando ofertas, que terminan por cansarnos, es la forma adecuada de encontrar el mejor producto, o el que más se acerca a esta condición.

Ahora tenemos Internet, y el correo electrónico para hacer las consultas desde casa y la oficina, o el móvil, y en caso de que todavía no nos adaptemos a las nuevas tecnologías, las sucursales de los bancos y las cajas siguen apostadas por todos lados.

A pesar de que todos no se han adecuado a estos tiempos, el problema de los usuarios radica en la escasa cultura de inversión que existe. Esto quiere decir que muchas veces dejan pasar una mejor oportunidad por el simple motivo de no investigar o movilizarse.

El caso más común es que los clientes que tienen una cuenta en el “banco A”, contratan depósitos, hipotecas, seguros o préstamos en la misma entidad por el mero hecho de que tradicionalmente tienen sus productos allí.

Lo que no analiza es que el “banco B” o la “caja de ahorros C” le ofrece mejores condiciones por ser un nuevo cliente, pero éste deja pasar la oportunidad por dos motivos, la comodidad de pensar “más vale malo conocido que bueno por conocer” y por ese sedentarismo tradicionalista de pensar que por nuestra antiguedad en la entidad, nos ofrecerán mejores condiciones.

Estos dos puntos atentan contra la inteligencia y la prosperidad. En primer lugar porque las mejores ofertas del momento se comercializan para clientes de otras entidades, y además, debemos comprender que para la banca somos un mero número de cliente, o de cuenta, y no una persona de carne y huesos.

Las excusas ya no sirven, con sólo investigar en la red, podrán encontrar portales financieros como FinanciaRed que se encargan de orientar a los usuarios, con información independiente. Hoy están al alcance de la mano de cualquiera, una computadora, un móvil o cualquier otro medio para interiorizarnos de las condiciones actuales de los mercados.

Para todos aquellos que quieran despertar del eterno letargo, les dejamos una serie de ranking con las mejores ofertas del momento, y así analizar si su entidad actual, le está ofreciendo lo mejor, o lo más cómodo.