En el artículo de hoy en Opcionis vamos a sumergirnos en la historia económica y explicar, a través de este instrumentos llamado Notegeld o billetes de emergencia, qué efectos tiene la inflación en el sistema monetario.
Qué es el billete de emergencia o Notegeld
Notegeld es un término de origen y corte Alemán. En castellano se podría traducir como “dinero de emergencia” (Billete de emergencia). Por lo tanto, podemos usar los dos términos indistintamente para referirnos a este concepto. Para explicar qué es, deberemos remitirnos a épocas pasadas, más concretamente 1918.
Es el fin de la Primera Guerra Mundial, Alemania y Austria han perdido la guerra. En esta situación, lo más común es imponer a los países vencidos una indemnización por los gastos de guerra. Por lo tanto, estas dos naciones se enfrentan a unos gastos impresionantes que les producen una grave crisis económica.
Con el fin de poder hacer frente a estos gastos, los Imperios Centrales emiten un gran volumen de papel moneda. La consecuencia es que la inflación se dispara. Es una situación económica delicada que sufre la población civil. El dinero apenas tiene valor y los precios de los bienes y servicios se multiplica en cuestión de horas. Estas son las consecuencias de una hiperinflación.
En este punto, las personas utilizan el antiguo sistema de trueque. Esto se debe, a que para comprar una simple barra de pan se debía acudir a la panadería con una carretilla llena de billetes (no es una exageración). El mecanismo de trueque derivó en la emisión por parte de algunos ayuntamientos de unos vales para intercambiar por bienes y servicios, al margen del dinero oficial y puesto que este no tenía valor alguno. Estas emisiones fueron llamadas Notegeld o “billete de emergencia”.
Para qué se utiliza el billete de emergencia o Notegeld
En principio, el uso de los billetes de emergencia tenía como objetivo el poder intercambiar bienes y servicios sin tener que utilizar el dinero oficial emitido por las autoridades monetarias. Este dinero estaba avalado por las autoridades locales o bancarias, no las monetarias. Por consiguiente su uso se limitaba al ámbito geográfico de la propia ciudad. Además también tenían una restricción temporal. Por así decirlo, una fecha de vencimiento para intercambiar el vale por algún bien o servicio (normalmente de primera necesidad).
Su aceptación y su amplio uso dio lugar a que muchas empresas industriales pagaran a sus empleados mediante este mecanismo. Al final de todo, estos billetes de emergencia, que comenzaron para cubrir las necesidades más urgentes de la población, se convirtieron en un sustutivo del dinero de curso legal. Siendo tal su consideración.
Conforme la inflación iba en aumento, los billetes de emergencia se emitían por más y más valor. Hasta que al final, estos vales no representaban una cifra monetaria, sino que se expresaban cantidades de alguna materia prima agrícola (trigo, centeno, madera, azúcar). Nos encontramos en el año 1923.
Paulatinamente se dejaron de utilizar conforme la situación inflacionaria fue remitiendo. Entre otras cosas, porque el dinero de curso legal volvía a tener valor. Hasta que por fin resultaron innecesarios.