El ratio entre activos-pasivos, es decir, entre ciudadanos que cotizan a la Seguridad Social y aquellos que reciben prestaciones, o simplemente, no cotizan, se ha disparado estos últimos años como consecuencia de la crisis, lo cuál está poniendo en alerta al estado del bienestar.
En el año 2007, justo antes de que estallara la burbuja inmobiliaria, el ratio entre activos-pasivos era de 2, mientras que en estos momentos nos encontramos en un ratio de 1,3, lo cuál pone en peligro la sostenibilidad de España como país, ya que si sigue la tendencia en breve no habrá dinero para financiar a las personas sin trabajo remunerado.
En estos momentos, España cuenta con 18 millones de personas afiliadas a la Seguridad Social y que, por tanto, aportan al sistema con sus cotizaciones. Por el contrario, tiene 4,91 millones de personas desempleadas, de las que entre 2,5 y 3 millones reciben prestaciones, y 8,78 millones de pensionistas.
Por el contrario, hace apenas cuatro años, la situación era totalmente diferente. Había 20 millones de personas cotizando a la Seguridad Social, por 8,1 millones de pensionistas y 1,81 millones de personas desempleadas, con lo que la diferencia está perfectamente localizada.
Pero la situación empeora aún más si realizamos un desglose por Comunidades y nos encontramos con Andalucía o Asturias donde el ratio es de 1, es decir, por cada persona realizando un trabajo remunerado hay otra que recibe prestación o, simplemente, no cotiza a la Seguridad Social.
Por otro lado, este viernes conocimos los datos contables del Registro de Personal de las Administraciones Públicas, las cuáles estipulan que en España hay un total de 2,68 millones de funcionarios, lo que supone un funcionario por cada 17 habitantes, o un funcionario por cada 6,5 persona trabajando.
Sin embargo, estos datos, que pueden llamar la atención, no son muy diferentes de los del resto de Europa, que oscilan entre el funcionario por cada tres empleados, en Bélgica (donde está la sede de los organismos de la Unión Europea) y Portugal o Alemania, con un funcionario por cada 7,7 o 6,9, respectivamente.