Ahorrar no es divertido, y mucho menos en una sociedad ideada para fomentar el consumo. Pocas personas obtiene verdadero placer de la gestión financiera, mientras que la mayoría ahorra casi de forma exclusiva por necesidad, pero aún así hay muchos para los ahorrar es imposible. Y es que la gestión financiera tiene un importante componente psicológico que no todos llevan igual de bien.
Para ahorrar e invertir hay que ser disciplinado y tener una fuerte capacidad de autocontrol. No todo el mundo reúne esas características, pero aún y todo existen fórmulas para que puedan incrementar su patrimonio y ahorrar dinero.
- Ahorro automático: para los más consumistas esta es una de las tácticas más útiles. Básicamente consiste en retirar a principio de mes la cantidad que deseemos ahorrar y colocarla en una cuenta corriente aparte. Para los más gastones es recomendable entorpercer al máximo el acceso a ese capital por ejemplo no contando con tarjeta de crédito o pudiendo retirar efectivo sólo a través de la sucursal bancaria.
- Ahorrar las vueltas: un método sencillo y eficaz. El grado de ahorro dependerá del plan que establezcamos. Se pueden ahorrar sólo las vueltas de determinados productos o, en el caso más extremo, todo lo que llegue a casa.
- Ahorrar monedas: guardar las monedas de 50 céntimos, un euro, ‘el cobre’… Es un sistema fácil de seguir y que consiste en acumular un tipo de monedas. A raíz de la crisis muchas personas han hecho acopio de las monedas de dos euros (sobre todo porque es el ahorro que más se nota) pero también se puede ahorrar todas las monedas por debajo de una cantidad (por ejemplo de un euro).
- Ahorrar billetes: su funcionamiento es el mismo que con las monedas, sólo que en este caso se ahorra billetes. La mayoría de economías sólo podrán permitirse guardar los billetes de cinco. El mayor inconveniente es que complica mucho el control del presupuesto, porque hay grandes cantidades de dinero (supongamos que nos devuelven tres billetes de cinco al pagar con uno de 20) difíciles de controlar.
- Ahorrar gastos: ¿cuánto ahorraría si suprimiese el café de media mañana? Este modelo de ahorro consiste precisamente en suprimir gastos prescindibles y transformarlos en ahorro. Muchas veces no hay que suprimirlos, sino optar por una alternativa más barata. En el fondo no deja de ser el primer truco que se utiliza cuando se quiere dejar de fumar