A la hora de cubrir nuestros gastos del día a día pero a la vez tratar de ahorrar esto no debería plantearnos una disyuntiva; muchas veces creemos que necesitamos un aumento para poder tener una suma fija destinada al ahorro. Esto no es tan así ¿realmente destinamos un porcentaje al ahorro la última vez que recibimos un aumento?
Ante esto, siempre surgen personas que dicen “ahorraría si me sobrara dinero“. Pero deben saber, todas ellas, que existen formas para guardar dinero sin necesidad de grandes aumentos de sueldo.
La primera y más simples de las maneras es analizar los gastos y hacer un presupuesto.
Al momento de hacer esto, debemos clasificar los gastos dentro de tres categorías, cada una con capacidad de generar ahorros pequeños que juntas formarán un buen ahorro mensual.
- Gastos programables fijos: renta o hipoteca, universidad, libros, uniformes, impuestos, entre otros, en estos casos los ahorros pueden ser pequeños pero con esas pequeñas cantidades que no vemos pueden ir sumando montos de consideración.
- Gastos programables variables: alimentación, agua, luz, teléfono, gas, transportes, gasolina, entre otros elementos variables, hacen que si tenemos un buen programa de actividades, podamos evaluar el uso del transporte para tener ahorros significativos, o bien pagar puntualmente en algunos de los servicios. Todo esto, puede generar ahorros significativos.
- Gastos menores: o lo que se llama en algunos países como gastos hormiga. Son esas pequeñas compras diarias, tales como golosinas, artículos pequeños que no hacen a las necesidades en general, donde tenemos potencial para generar un dinero extra al final del mes.
Ante estos últimos gastos, los menores, podemos ahorrar si:
- Cambiamos nuestros hábitos entre comidas
- Siempre antes de hacer una compra de artículos innecesarios debemos cuestionarnos ¿Cada cuándo lo voy a usar? ¿Dónde lo voy a poner? ¿Realmente lo necesito?
- Veamos que las compras en puestos ambulantes suelen representar un mal gasto que un verdadero ahorro
Es importante que para que el presupuesto y los consejos funcionen, tener presente la constancia y la disciplina. Sin ellos, el ahorro será poco productivo y a la larga desalentador.