En estos días se va a estar hablando mucho acerca de un coeficiente o tasa que se aplica a las transacciones financieras. Bien conocido bajo el nombre de Tasa Tobin, nosotros queremos darle un panorama para que conozca realmente de qué se trata cuando en los periódicos lee al respecto, y no sienta miedo de las ventajas y desventajas de su aplicación.
Es importante destacar en un comienzo, la definición por naturaleza de este “gravamen”. La tasa Tobin es un impuesto sobre el flujo de capitales en el mundo creado por James Tobin en 1971 (ganador del Premio Nobel de Economía en 1981). Consiste, básicamente, en pagar un impuesto cada vez que se produce una operación de cambio entre divisas. Como regla general, la tasa Tobin debe ser baja, cercana al 0,1%, para penalizar solamente las operaciones especulativas a corto plazo entre monedas, y no a las inversiones.
Entonces tenemos que, en un principio, la Tasa Tobin se aplica únicamente para regular y controlar el flujo de capitales especulativos, sin desmerecer cualquier inversión que se requiera realizar, lo cual, hace parecer buena la idea de implementarla en Europa. En este sentido, hoy se anunció por parte del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, el proyecto de impuesto sobre las transacciones financieras, que gravará las transacciones con una tasa del 0,1% y 0,01% para los derivados. De esta manera, la Tasa Tobin estaría recaudando unos 55.000 millones de euros al año.
Como bien mencionamos, este nuevo gravamen ascenderá al 0,1% y 0,01% para los derivados. Sin embargo, quedarán excluidas todas las operaciones financieras habituales de hogares y pymes, tales como:
- Subscripción de hipotecas
- Préstamos
- Contrato de un seguros
Actualmente en Europa existen 10 países que posee algún tipo de impuesto a ciertas operaciones financieras. Si este proyecto llega a entrar en vigencia, deberán adaptarlos, porque la ley comunitaria pretende armonizar el tipo de imposición mínima y su ámbito de aplicación.
Una cosa que destaco en las palabras del señor Barroso, donde dio lugar a destacar la importancia de la financiación que hizo la sociedad, y el esfuerzo que se produjo o sacrificio mejor dicho, que alcanzó los 4,6 billones de euros, solo en Europa. Ahora viene a decirnos que “ha llegado el momento de que también el sector financiero haga algo por la sociedad”. A este hombre le diría que: debe dejar de mentir, van a seguir siendo las personas quienes soporten los problemas de la banca, o bien ¿quiénes van a cambiar divisas? ¿las empresas? ¿y estas no se componen de personas?. Los bancos serán solo intermediarios… por favor, tratemos de ser coherentes alguna vez.
Recordemos que, lo que buscaba hacer Tobin, en sus propias palabras era: echar arena al aceitado mecanismo de las especulaciones que hacen viaje de ida y vuelta en días o pocas semanas. Por ello, la Unión Europea se pone a la vanguardia en la implementación de este tipo de gravámenes. Esperará, a su vez, trasladarlo a la próxima reunión del G-20 para intentar que los socios internacionales emulen la iniciativa, aunque Bruselas está decidida a llevarlo adelante unilateralmente.
¿Qué cambios se producirán si se aplica la tasa Tobin?
Mediante esta tasa se buscará el control del mercado de divisas, en el que se producen movimientos de capital, pero específicamente a aquellos que no generan ninguna riqueza para las sociedades y pueden ser una causa de su recesión. Destacamos que, la base imponible de esta tasa será el intercambio, el cual incluye al coste de la operación como también a las comisiones de los intermediarios. Su pago será del 50% para cada una de las dos partes de la transacción.
Pregunta, ¿por qué solamente el 0,01 para el mercado de derivados? He leído que es porque dicho mercado tiene un volumen mucho mayor, pero…. ¿No es mucho más peligroso y especulativo el mercado de derivados? Si estamos hablando de regular este mercado para evitar la especulación, hagámoslo con una tasa de, por ejemplo, el 0,05 para todas las transacciones, y recaudaremos seguramente más dinero, y haremos más daño a los capitales especulativos.