El grifo de la financiación sigue cerrado. Conseguir una hipoteca hoy en día no es una tarea sencilla. El aumento de morosidad está haciendo que bancos y cajas de ahorros huyan de los ahorradores que representan algún gasto de impago y que las condiciones para contratar un préstamo hipotecario se hayan endurecido.
Poco a poco el mercado va retomando la actividad, pero las condiciones más estrictas que hace unos meses y las entidades sólo prestan a clientes de calidad, a los que además tratan de atar al banco en la mayor medida posible. Si hasta hace poco el seguro de vida ligado a la hipoteca era una ‘obligación’, en los últimos tiempos se han sumado otra serie de productos financieros adicionales. Planes de pensiones, cuentas corrientes, fondos de inversión, domiciliación de nómina… son las alternativas más comunes junto con seguro del hogar obligatorio con el banco como beneficiario.
Por fortuna, cada vez más personas tienen en cuenta el coste adicional de estos productos a la hora de contratar una u otra hipoteca. Comparadores hipotecarios como HipoListo sirven para conocer cuánto supone este gasto mes a mes y ayudarnos a tomar una decisión. Además, a través de su blog conocemos una tendencia que parece haberse instalado en las entidades financieras. Se trata de las hipotecas bonificadas, que como su propio nombre indica, bonifican la contratación de estos productos adicionales restando puntos del diferencial del Euribor. La práctica de mejorar el diferencial en función de la vinculación no es nueva, pero sí el que esta vinculación se revise de forma semestral o anual, es decir, el diferencial se modifica al revisar la hipoteca con una tabla de valores que asigna unos puntos determinados a cada producto.
Gracias a las hipotecas bonificadas el banco se asegura que el cliente mantendrá los productos adicionales durante toda la vida del préstamo y podrá cobrarle más si no lo hace. Este tipo de hipotecas son la panacea para las entidades financieras, aunque no tanto para el cliente, que se ve abocado a contratar un producto sin posibilidad de eliminarlo si no quiere que el diferencial suba.
En el blog de Hipolisto recogen los ejemplos de la Hipoteca Bonificada de Banesto y la Hipoteca Bonificada de Caja Madrid, que pueden servir para que nos hagamos una idea de cómo funcionan estos productos y su coste.
Por fortuna, la ligazón de las hipotecas bonificadas se reduce conforme pasan los años, ya que entonces el coste de los productos adicionales superará a buen seguro el del diferencial que estos añaden a la hipoteca. De esta forma, compensará pagar más diferencial a costa de librarnos de los 300 euros anuales de un seguro de vida o de las comisiones de mantenimiento más el gasto mínimo de la tarjeta de crédito, por poner dos ejemplos.